No fue fácil para Celtics a pesar de que Sixers afrontara el partido sin Ben Simmons. Boston sufrió y mucho para doblegar a unos resistentes Sixers que no dieron su brazo a torcer hasta el último momento. La victoria por 109-101 se fraguó a partir del liderazgo de Jayson Tatum y Jaylen Brown.
Tatum firmó sus mejores números de postemporada. Sumó 32 puntos, 13 rebotes y 3 tapones tras irse al descanso ya con 21 puntos y 8 rebotes. Brown, mientras, sostuvo al equipo en el cuarto final, el decisivo. De hecho, 15 de sus 29 puntos los anotó en dicho período.
También fue importante la mejora de Kemba Walker, que venía de una primera parte gris, aunque sigue sin ser el Kemba que todos esperan. Ni que decir tiene que Marcus Smart volvió a ofrecer un gran trabajo defensivo. Y la mala noticia para Boston fue ver cómo se lesionaba en la recta final Gordon Hayward. Se dañó un tobillo. Y ya se sabe que Hayward y tobillo es igual a apretar el botón del pánico, aunque esta vez parece que es un simple esguince. Habrá que esperar.
Capital para Boston el ejercicio defensivo del equipo en el cuarto final, dejando a Sixers en 22 puntos.
A Sixers se le fue medio partido con las pérdidas de balón. Nada menos que 18. Joel Embiid acabó con 26 puntos y 16 rebotes. Josh Richardson aportó más en ataque hasta llegar a los 18 tantos. Alec Burks hizo otros 18. Y Tobias Harris, 15 con 8 rebotes y 8 asistencias.
Al Horford volvió a quedarse a medias. Buena su labor defensiva. Y nula su ofensiva. Salvo en el final del tercer cuarto. Acabó con 6 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Hizo equipo.
El primer cuarto resultó enormemente igualado. Contrastando la única pérdida de balón de Boston con las 7 de Philadelphia. El auténtico caballo de batalla para Sixers. A mediados del segundo cuarto, Celtics ya había anotado 13 puntos a partir de las pérdidas de Sixers y Sixers estaba en 0 en ese apartado. Un auténtico desequilibrio.
La ausencia de Ben Simmons empezó a notarse a lo grande en el segundo cuarto. Simmons era el defensor primario de Jayson Tatum. Sin el jugador australiano en su marca, Tatum explotó en el segundo cuarto. Hasta irse al descanso con 21 puntos y 8 rebotes. Para el 55-49 para Celtics. Imparable el alero.
Más tarde, un parcial de 15-0 para Sixers puso en apuros a los de Brad Stevens. Se jugaba el tercer cuarto. Boston solo metió 20 puntos en este cuarto. Y se fue del mismo perdiendo 75-79.
Ese resultado obligó a la aparición de Jaylen Brown en la recta final. No es la primera vez que sucede. Sabe jugar bajo presión. Y se unió a Tatum para celebrar la fiesta. Forman un dúo formidable.