La vida está llena de extrañas coincidencias y el calendario de la NBA, también. Quiso el calendario que los Knicks debutaran anoche en la temporada jugando ante los Spurs en San Antonio. O lo que es lo mismo: el calendario apretó las tuercas a Marcus Morris.
Morris no respetó en julio un acuerdo verbal alcanzado con los Spurs para ir a jugar al equipo de Gregg Popovich durante 2 años. Acto seguido firmó con los Knicks tras protagonizar esa sonora y grosera espantada. Y claro, los aficionados de Spurs no le perdonaron anoche su dudoso comportamiento como agente libre.
Jugó el alero entre abucheos durante toda la noche. Pitos y más pitos para mostrar que los fans de San Antonio no han perdonado la desconsideración y deslealtad del jugador, una falta de profesionalidad que ya recordó Popovich en su momento.
Eso sí, a Morris pareció importarle poco, ya que se marcó un partidazo siendo el máximo anotador de los suyos. Fue titular, jugó 39 minutos y metió 26 puntos. Se mostró muy activo.
Como rival tuvo al que terminó sustituyéndole como fichaje de Spurs, Trey Lyles, que fue titular y finalizó con 8 puntos y 11 rebotes.
El que no andaba por allí era Davis Bertans, que fue traspasado a Wizards para hacer sitio en la plantilla de Spurs a un Morris que nunca llegó.