Warriors tenía 9,6 segundos para ganar el partido y forzar el séptimo. Marcador 110-111, balón a la banda, mal primer pase, caótico desempeño final, tiro forzado de Stephen Curry que no entra, balón de nadie y entonces... Golden State ve cómo se le van las Finales. Draymond Green pide un tiempo que no tiene su equipo, con varios compañeros gritándole que lo pida. Ahí está el final de los campeones. Toronto es el nuevo rey de la NBA.
Estalla el Parque Jurásico en Toronto, los jugadores de Raptors también, pero no pueden celebrar aún. Se precisa una revisión y que se jueguen aún 9 décimas de segundo. Es el anticlímax. Una revisión normativa que priva de épica al final de un partido épico, un partido caótico, multidimensional, pasional, infinito, maravilloso.
Toronto gana 110-114, se impone 4-2 en las Finales y se va de la temporada habiendo triunfado en los 4 partidos que ha disputado en el Oracle Arena, todo un dato.
Entonces, estalla sí, ya de forma definitiva la euforia. Toronto es campeón de la NBA, el primer equipo campeón de fuera de Estados Unidos, historia viva de la mejor liga del mundo. Y Kawhi Leonard es elegido MVP de las Finales, segunda vez que gana el premio, primero lo consiguió con Spurs y ahora con Raptors. En su primer año con el equipo, al lado de Nick Nurse, que se convierte en campeón siendo un técnico novato.
Además, anillos para Marc Gasol, Serge Ibaka y el técnico Sergio Scariolo, para 3 integrantes de la selección española. Los Gasol son ya los únicos hermanos que han ganado el anillo. También historia de la NBA.
Ganaron los Raptors con 4 jugadores en 20 o más puntos. Lo hicieron ante unos Warriors desesperados. A la tristísima baja de Kevin Durant se unió la lesión en el final del tercer cuarto de Klay Thompson. Momento épico de estas Finales.
Thompson llevaba 30 puntos. Estaba haciendo un partido memorable cuando se lesionó en una entrada a canasta a 2:22 del final del cuarto, poco después de que Kawhi Leonard y Kyle Lowry cometieran su cuarta falta y siguieran en pista en minutos muy delicados para Raptors. Thompson se fue a vestuarios apoyado en hombros ajenos, pero de repente regresó por sorpresa ante la locura del Oracle. Eso sí, lanzó 2 libres, intentó correr la cancha de vuelta a su aro, no pudo y tuvo que irse definitivamente a vestuarios. Demoledor para Golden State.
Más allá de las desgracias que han acorralado a Warriors en forma de lesiones, Toronto ha sido un justo campeón, porque los Raptors han ofrecido unos playoffs excelentes tanto en defensa como en ataque con una plantilla espectacular que no ha flaqueado nunca y que ha tenido un recorrido más que complicado dejando fuera nada menos que a Sixers, Bucks y Warriors.
En el partido de hoy, el definitivo, Kyle Lowry, brutal su inicio de partido, ha terminado con 26 puntos, 10 asistencias y 7 rebotes, Pascal Siakam ha aportado otros 26 tantos con 10 rebotes, Kawhi Leonard ha sumado 22 lejos de sus partidos más brillantes y el suplente Fred VanVleet ha sido crucial en el cuarto final y ha acabado con 22 puntos y 5 triples.
Muy bien de nuevo Serge Ibaka con 15 tantos en 22 minutos y gris partido de Marc Gasol de cara al aro, aunque aportó en otras facetas para terminar con 3 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias en 27 minutos.
Warriors, que perdió 17 balones, tuvo con 30 puntos al lesionado Thompson. Andre Iguodala aprovechó las marcas dobles y hasta triples sobre Stephen Curry (21 puntos y 7 asistencias) para hacer 22 puntos y Draymond Green completó un notable triple-doble con 11 tantos, 19 rebotes y 13 asistencias tras jugar 44 minutos.
Este sexto y último partido ha sido un regalo para el espectador por su intensidad, pasión, igualdad y maravilloso desorden, con idas y venidas, con momentos para la épica, también con jugadas marcadas por la calidad, uno de esos encuentros que trasmiten a la grada, que calan en el espectador.
Toronto ahora es una fiesta. Los Raptors han ganado a los Warriors. Han revertido el orden natural de la NBA.