Raptors llegaba a estas Finales con marca de 3-15 en el primer partido de sus series de playoffs y Steve Kerr lo hacía con un brutal 18-1 en esa misma circunstancia. Poco importó, como poco importó el solo aceptable partido de Kawhi Leonard y el desacierto ofensivo de Kyle Lowry de cara al aro.
Con Leonard y Lowry incapaces de ofrecer su mejor versión, Toronto derrotó a Golden State 118-109 para ponerse 1-0 en las Finales de la mano de un excelso Pascal Siakam, de un tremendo Marc Gasol y del acierto desde la segunda unidad de Fred VanVleet.
Además, defensa, mucha defensa por parte de los chicos de Nick Nurse, que dominaron el partido prácticamente de principio a fin provocando el delirio dentro y fuera del pabellón de Toronto en una noche histórica: la primera vez que un partido de Finales se jugaba fuera de Estados Unidos.
No sirvieron ni los 34 puntos de Stephen Curry con 14 libres sin fallo, ni los 21 de Klay Thompson, ni un nuevo triple-doble de Draymond Green (10 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias), ni el regreso a las pistas de DeMarcus Cousins, que fue suplente y solo jugó 8 minutos.
Toronto fue un gran engranaje enfocado a la victoria. Ganó el primer cuarto 24-21 con un gran Marc Gasol, dejando a Warriors en un 30,4% en el tiro de campo, se fue al descanso 59-49 con Gasol y Siakam al frente pese al 3 de 12 acumulado por Kawhi y Lowry y terminó el tercer cuarto con 88-81 a su favor tras un gran tercer cuarto de Siakam y Leonard, un cuarto en el que el ex de Warriors Patrick McCaw se permitió el lujo de anotar un triple sobre la bocina de posesión a su antiguo equipo.
Llegado el cuarto final todos esperaban la reacción habitual de Golden State, pero nunca llegó a completarse de verdad. Los visitantes se llegaron a poner a 3 puntos (90-87), pero cuando todo apuntaba a que había llegado la hora de que Toronto se diera un baño de realidad, ese baño de realidad consistió en más Toronto y la victoria merecida de los locales, que sorprendieron al rival al contraataque en un buen número de ocasiones, una solución inesperada en un equipo que gusta más de no correr y jugar circulación en estático.
Los de Ontario se pusieron otra vez 12 arriba (100-88) en el cuarto final con un triple de Danny Green -ya habían alcanzado esa ventaja en el tercer cuarto con un 63-51-, repitieron ventaja de 12 con un 106-94 derivado de una falta técnica pitada a Klay Thompson a partir de la frustración del escolta y no pasaron apuros en la fase final del encuentro.
Un taponazo de Siakam, un tiro imposible anotado por VanVleet pisando la línea de 3 y un triple definitivo de Lowry en la recta final para poner el 118-106, después de que el base hubiera tenido una mala noche en el tiro, sentenciaron a los vigentes campeones.
Victoria por 118-109 con 32 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y un brutal 14 de 17 en el tiro de campo para Siakam, único jugador en los últimos 30 años que hace más de 30 puntos con un 80% o más en el tiro de campo en unas Finales junto a Michael Jordan y Shaquille O'Neal. Tremendo dato.
Además, 23 puntos y 8 rebotes de Kawhi Leonard, bien defendido por Warriors, y partidazo de Marc Gasol tanto en ataque como en defensa, faceta esta en la que desplegó todo su abanico físico y mental, el mismo que le llevó a ser Defensor del Año en la NBA. El español firmó 20 puntos, 7 rebotes y 2 robos en 30 minutos antes de ser eliminado por faltas a 1:14 del final. Metió el 60% de sus tiros.
Además, 15 puntos de VanVleet, que sigue de dulce tras ser padre, mejora en el tiro de Danny Green, que está acostumbrado a la presión de las Finales, y 9 asistencias de Lowry, que no tuvo su noche en el disparo. Serge Ibaka terminó con 5 puntos y 3 rebotes en 17 minutos. Además de poner un soberbio tapón.
Toronto estuvo en buenos porcentajes (51% en campo, 39 en triples y 84 en libres) y en mejor defensa, solo perdió 10 balones y mandó prácticamente todo el partido en el marcador, dejando al rival en un 43,6% en el tiro y habiendo perdido 16 balones.
Estos Raptors acumulan ahora 5 victorias consecutivas (4 ante Bucks y 1 ante Warriors). Ahí es nada. Están en racha y amenazan a los invencibles Warriors.