Damian Lillard empezó las Finales del Oeste arrastrando una lesión muscular. Se localizaba en una pierna. Le impedía dar el máximo en el uno contra uno. Pero llegado el segundo partido sufrió otro percance. Presenta una lesión costal.
El jugador reconoce que esa lesión no está afectando a su juego. Al menos, eso dice él. "No creo que sea algo que esté afectando a mi juego", dijo literalmente tras la última derrota. Pero lo cierto es que su rendimiento no es bueno. Entre unas cosas y otras no luce el base como es costumbre.
La lesión llegó cuando Kevon Looney le cayó encima. Lillard quedó aplastado contra el suelo. Con el pecho y el costado recibiendo un doloroso golpe. Ahí se dañó la zona costal.
Esa lesión le obligó a jugar protegido. Llevó una protección en la zona afectada. Ocurrió en el tercer partido.
Anoche no estuvo bien. Firmó un 5 de 18 e el tiro. En una nueva derrota de Portland. Blazers está perdiendo 3-0 con Warriors. Situación límite.
Lillard promedia 20,3 puntos y 7,3 asistencias ante Golden State. Pero presenta cifras preocupantes. En el tiro, por ejemplo. Ha metido solo el 32,6% de sus lanzamientos de campo. En el control del balón. Pierde 4,7 balones por juego.
Además, Portland está al borde del K.O. Pase lo que pase, la temporada de Blazers ha sido increíble.