Damian Lillard se retiró triste tras el final del Warriors-Blazers. Por el contrario, Andre Iguodala se fue corriendo por los pasillos de los vestuarios para celebrar la victoria. Fueron los dos jugadores que protagonizaron la decisiva jugada final del partido.
Con 114-111 y 10 segundos por jugar, Lillard buscó el uno contra uno ante Iguodala, se escoró hacia el perfil izquierdo y buscó el triple sin tan siquiera poder tirar. Un primer toque de Iggy y un segundo que terminó en robo arruinó la acción del base visitante.
Aquí tenéis la jugada que decidió el encuentro.
Tras el partido, Lillard indicó que creía que había sido falta, pero se trató de una protesta suave, sabiendo el gran trabajo defensivo de su par. Fue "una buen jugada defensiva", reconoció.
Eso sí, para él hubo falta. "Sentí que hubo contacto, hubo bastante contacto", indicó Lillard, refiriéndose más al primer manotazo de Iguodala, que al segundo, en el que Iggy toca claramente balón.
"Sé que es una decisión difícil para los árbitros pitar una falta en ese momento del partido", reconoció un alicaído Lillard, que en la recta final del encuentro no fue capaz de ayudar a su equipo, como no lo hizo C.J. McCollum.