Un erial rodea a LeBron James. Las lesiones y el escaso rendimiento de los Lakers han dejado al equipo fuera de playoffs (aunque matemáticamente aún no estén descartados). Los angelinos perdieron en casa ante Boston Celtics para seguir acumulando derrotas en el momento crucial de la temporada.
Lakers afrontó el partido sin Lonzo Ball, Brandon Ingram, Kyle Kuzma, Lance Stephenson y Tyson Chandler. Baste decir que los dos jugadores que secundaron a LeBron James fueron Moritz Wagner y Johnathan Williams. El equipo está roto y ya piensa en el mercado estival.
El partido nos dejaba otro gran duelo entre LeBron James y Kyrie Irving. Ambos brillaron, pero solo uno ganó, y ese honor recayó en Irving cumpliéndose así cualquier criterio lógico.
James hizo un triple-doble en menos de 30 minutos. Su restricción leve de minutos no le impidió brillar. Sumó 30 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias para completar su séptimo triple-doble de la temporada, una faceta en la que solo le superan Russell Westbrook (25 triples-dobles), Nikola Jokic (12) y Ben Simmons (10).
Pero el partido fue de Boston. Los visitantes se fueron 10 arriba al descanso (47-57) y al final del tercer cuarto ya acumulaban 17 puntos de ventaja para aplacar cualquier emoción.
Los Celtics fueron un equipo sólido liderado por Kyrie Irving. Boston tuvo a 6 jugadores en dobles dígitos anotadores y a su base estelar con 30 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, solo 1 pérdida de balón, notables porcentajes de tiro y 5 triples convertidos. Hizo un gran partido.
A su lado, Marcus Smart y Marcus Morris -ambos con 16 tantos-, también Gordon Hayward, que anotó 15. Al Horford sumó 10 puntos y 8 rebotes en 28 minutos.
Lakers naufragó desde el triple. Andan jugando los angelinos con una rotación de retales en la que brillaron Wagner, que hizo 22 puntos en su primera titularidad, y Williams, que acabó con 18 tantos y 10 rebotes desde la segunda unidad.