Final no exento de tensión en el Lakers-Rockets. Houston vio cómo se invertían las tornas. Su rival lanzó muchos más tiros libres. Los árbitros pitaron bastantes más faltas a los texanos. James Harden y Chris Paul acabaron eliminados. Y una doble técnica decidió el partido.
Houston está ahora con todo. Porque anoche recuperó al lesionado Clint Capela. Ya no valen excusas. Ahora Harden no tendrá que morir cada noche por el equipo.
Lakers sigue con algunas bajas. Pero su núcleo duro anda sano (salvo Lonzo Ball). Dentro de ese núcleo duro... LeBron James y Brandon Ingram llevaron la voz cantante. El primero hizo 29 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias. El segundo se fue a 27 tantos y 13 rebotes. Jugaron 40 y 41 minutos, respectivamente.
Además, 18 puntos de Kyle Kuzma. Y 30 buenos minutos como titular de Reggie Bullock. Los suplentes, poca cosa.
Los Rockets empezaron bien. Ganaron el primer cuarto 22-32. Y llegaron a tener una ventaja de 19 puntos en el tercer acto. Se esfumó. Lakers remontó en el cuarto final. El ataque de Houston se atascó en el momento crucial. Hubo mucha emoción. También tensión y polémica.
Todo se decidió con una doble técnica. Harden había sido elimiando por faltas. A 1:24 del final se fue la gran referencia visitante. Con 105-101, falta y eliminación de Paul. Técnica al propio Paul. También a Mike D'Antoni. Lakers dispuso de 4 libres. Los metió. El marcador se disparó hasta el 109-101. Todo estaba decidido.
Lakers lanzó 33 tiros libres por 15 Rockets. El mundo al revés. Los árbitros pitaron 28 faltas a los visitantes.
Harden acabó con 30 puntos. Su 32º encuentro consecutivo sin bajar de 30. Pero no estuvo bien desde el triple. Y perdió 8 balones.
El mejor de Rockets fue Chris Paul. Autor de 23 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias. Metió el 60% de sus tiros. Solo perdió una bola. Eric Gordon encestó 4 triples. Y Clint Capela volvió de su lesión como titular. Jugó 33 minutos. Hizo un doble-doble. Su suplente ayer, Kenneth Faried, volvió a brillar.