Son los Warriors. No hay otra manera de definir sus victorias. Unas veces tiran de Stephen Curry, otras de Kevin Durant, en ocasiones de Klay Thompson, siempre sintiendo la omnipresencia de Draymond Green... y cuando les parece pisan el acelerador y se cargan al rival.
Eso pasó de nuevo esta vez, con Minnesota como contrincante. Golden State perdía 83-87 al finalizar el tercer cuarto y se fue del partido ganando 116-99 para firmar su séptima victoria consecutiva y ponerse con marca de 9-1, la mejor de la liga.
El último cuarto fue un período en el que Warriors hizo regresar a Timberwolves a la realidad, un bajón visitante provocado por una espectacular defensa local capitaneada por un impresionante Draymond Green. El parcial del cuarto lo dice todo: ¡33-12!
Poco importa que el equipo lleve 4 partidos sin Shaun Livingston o que Andre Iguodala no encuentre por ahora el camino o que el equipo amaine su velocidad en muchos momentos de los partidos, al final Warriors siempre gana.
Ante Minnesota, 33 puntos y 13 rebotes de un imponente Durant, 28 con 9 rebotes y 7 asistencias para un incombustible Curry y 22 para Klay Thompson. Junto a ellos, el señor pegamento, el jugador ubicuo. Se llama Draymond Green y rozó una vez más el triple-doble. Fue capaz de dominar el partido, y especialmente el último cuarto, lanzando 7 tiros en toda la noche.
A los Wolves les falló el ataque en los últimos 12 minutos y el rebote durante todo el partido. Controlaron muy bien el balón (solo perdieron 5), pero fueron fiel testimonio de cómo no todo es tirar mucho a canasta. El equipo lanzó 101 tiros y perdió irremisiblemente tras solo anotar el 37,6% de ellos.
Por si fuera poco, Derrick Rose abandonó el partido cuando solo había jugado 5 minutos. Problemas en el tobillo izquierdo 48 horas después de firmar 50 puntos.
Andrew Wiggins y Jimmy Butler, que volvía tras un partido de ausencia, sumaron 22 y 21 puntos, aunque Butler 0 de 8 desde el triple. Tampoco ayudó el gris partido de Karl-Anthony Towns, que hasta en sus partidos grises es capaz de firmar un doble-doble.