Tiene 40 años, pero el espíritu competitivo de un chaval de 20. Manu Ginóbili volvió a sacar la cabeza en un momento crucial para su equipo. San Antonio afrontaba otro partido a vida o muerte ante unos Blazers que estaban a años luz de la tensión de Spurs.
Victoria de San Antonio por 116-105 para seguir en el epicentro de una cerradísima lucha en la que 6 equipos del Oeste pelean por 5 plazas de playoffs.
Los Spurs metieron el 56% de sus tiros de campo y solo perdieron 7 balones. En su debe, su escasa amenaza desde el tiro perimetral.
El técnico local, Gregg Popovich, se decidió esta vez por un quinteto de corte clásico en el que entró Pau Gasol, que terminó el partido con 9 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias tras jugar 26 minutos. Pero los hombres esenciales del conjunto texano fueron LaMarcus Aldridge y Manu Ginóbili.
Lo del de Bahía Blanca es de otra galaxia. Un tipo incombustible que alcanzó la perfección cuando más se le necesitaba. Manu sumó 17 puntos y 3 rebotes jugando 19 minutos, ¡y no falló un tiro en toda la noche: 7 de 7 en campo con 3 triples sin fallo!
Dice Ginóbili que juega mejor cuando puede echar una siesta en un día de partido y esta vez reconoció que había dormido 9 horas la noche anterior al choque ante Portland. Así le fueron las cosas, claro.
Aldridge lideró a los suyos una noche más con 28 puntos, 8 rebotes y 4 recuperaciones. Y brillaron también el joven base Dejounte Murray (17 puntos) y el experimentado Rudy Gay (16 desde la segunda unidad).
San Antonio está ahora a un paso de clasificarse para playoffs. Le basta con ganar a Sacramento Kings en Texas.
Lillard lidera a Portland
Damian Lillard perdió 7 balones (tantos como todo el equipo rival), pero fue el mejor jugador visitante con 33 puntos y 6 triples.
Evan Turner hizo 18 puntos, C.J. McCollum 17 en una noche demasiado irregular en el tiro y Jusuf Nurkic acabó con un doble-doble.