Lo que parecía un susto se ha convertido en algo más serio. Joel Embiid va a tener que pasar por el quirófano y podría estar entre 2 y 4 semanas sin jugar a raíz del golpe que sufrió en el último partido tras chocar con su compañero Markelle Fultz.
Las primeras impresiones tras el partido eran buenas. En las radiografías preliminares no se apreciaron fracturas faciales en el rostro del jugador y los Sixers hablaron de que no tendría que pasar por el protocolo que la NBA tiene para los jugadores que sufren conmociones cerebrales. Eso sí, estaba pendiente Embiid de exámenes médicos más exhaustivos.
Pues bien, esas evaluaciones adicionales han establecido todo lo contrario de lo que se indicó en un primer momento. El jugador tiene una fractura en el hueso orbital del ojo izquierdo que requerirá cirugía y sufre una conmoción cerebral a consecuencia del golpe.
La operación se llevará a cabo en los próximos días y tras ella se fijará el tiempo exacto de recuperación, aunque ESPN ya ha avanzado que podría situarse entre las 2 y las 4 semanas.
Ello implica que Embiid se perderá la parte final de la temporada regular, pero podrá estar, en principio, en algún momento de la primera ronda de los playoffs.
De este modo, la segunda temporada de Embiid en la NBA acaba con mejores números que la primera. Ha jugado 63 partidos (el doble de encuentros que en su primer año) promediando más minutos (30,3) y con medias de 22,9 puntos, 11 rebotes, 1,8 tapones y 3,2 asistencias, liderando además un equipo por fin competitivo que jugará los playoffs.