El deporte tiene este tipo de situaciones. Hasta anoche, la vida de Blake Griffin en su nueva casa, Detroit, era plácida y triunfal. El ala-pívot había jugado 4 partidos con los Pistons y había ganado los 4. Hasta que llegó su exequipo, Los Angeles Clippers, para truncar esa racha de éxito y bajar a Griffin a la realidad.
Era el primer enfrentamiento de Griffin con el que ha sido su equipo de toda la vida en la NBA, los Clippers. El encuentro se jugaba en Detroit, en un Little Caesars Arena expectante que no esperaba la derrota, pero ésta llegó para romper una racha de 5 triunfos consecutivos de los Pistons.
Al final, 95-108 para los Clippers, que acumulan un gran 3-1 desde que traspasaron a Griffin.
El protagonista de la noche, Griffin, sumó 19 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias en el reencuentro con su exequipo. Eso sí, no estuvo muy fino en el tiro.