Primer partido sin Kevin Love y cambios importantes en el juego de Cleveland Cavaliers, algunos para bien; otros para mal. El rival era un duro oponente -rival directo en el Este- y la victoria local se logró al filo, derrotando a Miami Heat por 91-89.
La buena noticia es que Cleveland por fin defendió. La reincorporación de Jae Crowder al quinteto inicial sin bajarse de él Tristan Thompson otorgó una gran intensidad atrás a los de Tyronn Lue. La mala noticia es que el equipo fue un desastre en ataque y milagrosamente consiguió ganar metiendo solo el 35% de sus tiros de campo.
Cleveland ganó lo mismo que podía haber perdido. El final resultó emocionante. Con 90-89 en el marcador, el más que fiable Kyle Korver dispuso de 2 tiros libres con 7 segundos por jugar, pero solo metió uno. Estando 2 abajo tuvieron los Heat la última jugada y James Johnson buscó a la carrera la prórroga, pero ni siquiera pudo tirar antes de que sonara la bocina acosado bajo el aro por LeBron James. Definitivamente, los Cavs habían ganado defendiendo.
30 victorias de Cleveland
Los Cavaliers han tenido que jugar 50 partidos para alcanzar su 30ª victoria. No es un dato muy halagüeño.
LeBron James metió 24 puntos y capturó 11 rebotes ante su exequipo, aunque perdió 7 balones. Además, segundo partido consecutivo cargado de importancia de Channing Frye, autor de 16 puntos en 21 minutos.
Ese 35% en el tiro de los Cavs tuvo su peor exponente en Isaiah Thomas, que se marchó del partido con una serie de 2 de 15. Derrick Rose jugó 5 minutos y José Manuel Calderón no saltó a la cancha.
Miami perdió por que extravió 19 balones, falló 11 tiros libres y presentó un horrendo 3 de 28 desde el triple. Goran Dragic fue su máximo anotador con 18 puntos.