LeBron James quiere que Tyronn Lue siga siendo el entrenador de Cleveland Cavaliers. El apoyo de LeBron no es poca cosa en la delicada situación que vive en estos momentos el técnico. La relación entre ambos es buena, nada que ver con la fría relación que le costó el puesto a David Blatt.
Lue está en la picota. No es para menos. El entrenador jefe de los Cavs se está mostrando incapaz de revertir una situación que empieza a ser ya preocupante. El equipo de Ohio ha perdido 10 de sus últimos 14 partidos y su defensa está siendo lamentable.
El diario Cleveland Plain Dealer asegura que nada apunta a que el propietario del club, Dan Gilbert, vaya a destituir a su entrenador y añade que tampoco parece que Lue vaya a efectuar cambios en su cuerpo técnico. Pero todo puede cambiar de un día a otro.
De mal en peor
Anoche, la guinda al pastel venenoso llego con la derrota ante Oklahoma City Thunder por 124-148. Cavaliers solo había encajado tantos puntos en su historia en un partido sin prórroga una vez. Fue en 1972. Las palabras de LeBron, esclarecedoras: "Nunca en mi vida había encajado 148 puntos, ni siquiera jugando videojuegos".
Preguntado por el posible despido de su entrenador, James defendió su permanencia en el banquillo: "Espero que no, pero realmente no sé. No sé qué va a ocurrir en nuestro equipo. No tengo ni idea de las conversaciones que está habiendo".
Los Cavs son terceros en el Este con una marca de 27-18, lejos de los dos primeros -Boston y Toronto- y apurados por el 4º y el 5º -Miami y Washington-. Pero más allá de las derrotas, lo que está doliendo es el modo de sufrirlas, con una defensa impresentable y recibiendo paliza tras paliza.