Difícil ver a LeBron James con un perfil anímico tan bajo. No es para menos, su equipo volvió a hacer el ridículo en un partido televisado para todo Estados Unidos. Esta vez fue una derrota abrumadora en casa ante Houston Rockets por 88-120.
"No encuentro las palabras", reconocía James tras el partido, a la par que aseguraba: "Deberían borrarnos de todos los partidos televisados por la televisión nacional el resto de la temporada".
Sus palabras no hacían más que constatar un fracaso que se traduce en cifras asombrosas. Desde el Día de Navidad, Cleveland ha jugado 8 partidos retransmitidos para todo el país y ha perdido los 8. Muchos de forma bochornosa: por 28 ante Minnesota, por 34 frente a Toronto, por 24 con Oklahoma City, por 32 anoche ante Houston... el desastre completo.
Por si fuera poco, anoche vimos al LeBron menos determinante en ataque. Solo sumó 11 puntos con un 30% en el tiro de campo.