LeBron James ha hablado. Lo ha hecho para aprobar la revolución de los Cavaliers, un día después de que desde los despachos de la franquicia se llevara a cabo una drástica renovación de la plantilla para intentar poner coto a la crisis que sufre el equipo.
En un abrir y cerrar de ojos, todo cambió en Cleveland. Del equipo salieron 6 jugadores y dos elecciones de draft a la par que llegaban 4 baloncestistas y una elección de draft. Entre los salientes, nombres tan significativos como Isaiah Thomas, Dwyane Wade o Derrick Rose.
Tras la locura vivida ayer, James ha salido a la palestra para hablar, y queda claro por sus palabras que no ve con malos ojos lo sucedido, a pesar de reconocer que "siempre es difícil cuando pierdes a compañeros de equipo".
A favor de los cambios
"Me gustan las piezas que añadimos", ha asegurado el de Akron, que ha añadido que cree que el equipo ha mejorado en algunos aspectos. "Creo que nos convertimos en un equipo más joven, más atlético. Añadimos también un poco de tiro. Tendremos que ver cómo encaja".
En cuanto al encaje de las nuevas piezas, LeBron es el primero, según ha dicho, que se va a poner manos a la obra en una labor de integración, cuyo éxito parece factible porque "los cuatro son tipos muy inteligentes y debería ser divertido", ha indicado refiriéndose a los recién llegados George Hill, Rodney Hood, Jordan Clarkson y Larry Nance Jr.
En definitiva, a LeBron se le ve satisfecho con los movimientos realizados ayer por el equipo, con el general manager, Koby Altman, a la cabeza. Ahora solo hace falta que los resultados lleguen.