Trevor Ariza está en el punto de mira. La investigación abierta por la NBA a raíz de los graves incidentes ocurridos tras el partido Clippers-Rockets apunta al alero de Houston como instigador de los hechos, lo que le podría acarrear una dura sanción.
La NBA lleva 48 horas investigando el incidente. Para ello ha entrevistado ya a ejecutivos, entrenadores, jugadores y personal de seguridad, unas conversaciones que se han ampliado a hoy miércoles. Y de todas esas conversaciones Ariza emerge como el instigador de los hechos, según apunta ESPN.
Houston perdió en el Staples Center tras un tenso partido que incluyó las expulsiones de Blake Griffin y Trevor Ariza.
Tras el partido, Ariza, James Harden y Gerald Green accedieron al vestuario local por una puerta trasera con la intención de ajustar cuentas con Griffin y Austin Rivers, jugador que no jugó el partido al estar lesionado, pero que se las tuvo desde la banda con Ariza durante buena parte del encuentro.
Al final, todo quedó en un conato de pelea gracias a la intervención del personal de seguridad, que tuvo que pedir refuerzos a la policía al ver el cariz que tomaban los acontecimientos.
Ahora, la investigación apunta a que Ariza fue el máximo culpable de la situación y que sus compañeros Harden y Green intentaron pararle, si bien terminaron acompañándole en su inexplicable aventura postpartido.