Estaba programado un regreso suave de Stephen Curry, que iba a jugar entre 20 y 25 minutos ante Memphis Grizzlies, pero lejos de ese regreso en clave menor, el jugador de Warriors ofreció una vuelta prodigiosa cargada de magia que encandiló a todos. Después de casi un mes sin jugar, tiempo en el que se había perdido 11 partidos.
Lo de Curry fue de otra galaxia: ¡38 puntos y 10 triples en 26 minutos para acabar con la férrea resistencia de Memphis! Steph metió 13 de sus 17 tiros de campo, una serie mágica que incluyó un brutal 10 de 13 desde el triple, y Golden State terminó ganando 141-128 en un partido netamente ofensivo.
El equipo local metió el 59% de sus tiros de campo, el 55% de sus triples enchufando 18 y el 92% desde el libre, y terminó recolectando 37 asistencias por solo 10 pérdidas de balón, números todos dirigidos hacia una victoria segura.
Fue un partido de locura. Con un resultado al descanso de 78-67 y con los Warriors anotando 116 puntos en los 3 primeros cuartos para escaparse por 18 de unos Grizzlies que jugaron con las mismas armas que los californianos hasta fundirse.
Además de Curry, y su particular exhibición de juego, los de Steve Kerr tuvieron a Klay Thompson en 21 puntos y 5 triples, a Kevin Durant en 20 tantos y 9 asistencias y a un extrañamente productivo, en materia estadística, Zaza Pachulia, que terminó con 17 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias en una actuación perfecta en 24 minutos en los que no falló un solo tiro.
Pero eso no fue todo. La suplencia local nos dejó notabilísimas actuaciones de jugadores como Jordan Bell, David West o Shaun Livingston.
Memphis y el triple
Los visitantes ofrecieron una noche espectacular desde el triple al anotar 15 de sus 21 intentos, una serie alucinante, y Marc Gasol estuvo perfecto desde la distancia con 4 de 4. El español fue el mejor de Memphis en el Oracle Arena al hacer 27 puntos y 6 rebotes con 10 de 13 en el tiro.
Secundaron a Gasol un nuevamente efectivo Tyreke Evans (22 puntos y 9 asistencias) y un sorprendente Kobi Simmons.