Justise Winslow no desespera. Cargado de paciencia e ilusión sigue recuperándose de la lesión que le arruinó definitivamente la temporada 2016-2017, una campaña para olvidar. Una lesión de muñeca, primero, y una de hombro, después, le dejaron K.O.
Winslow solo jugó 18 partidos en su segundo año NBA, nada que ver con los 78 que disputó el año anterior como novato.
Se lesionó una muñeca a las primeras de cambio y estuvo un mes de baja. Y al poco de volver se dañó el labrum del hombro derecho, una lesión que requirió cirugía y que le tiene sin jugar desde el 30 de diciembre. Ya han pasado más de 5 meses.
Ahora, el alero texano ha advertido de que todo marcha bien, pero ha precisado que aún le resta un mes para conseguir el alta médica y poder practicar el baloncesto sin limitaciones.
El hijo del ex de Estudiantes Rickie Winslow lo hizo bien en su segundo año, pero apenas pisó la cancha. Fueron 18 partidos en los que ejerció 15 veces de titular y promedió 34,7 minutos. Anduvo completo: 10,9 puntos, 5,2 rebotes, 3,7 asistencias y 1,4 robos, aunque sus porcentajes de tiro resultaron deficientes.