Miami Heat ha emitido un comunicado oficial firmado por Pat Riley. El presidente del club anuncia en él el despido de Chris Bosh. Tal y como era esperado. Y en el texto ya avanza que la franquicia retirará la camiseta del 11 veces All-Star.
Ya se sabía que Miami cortaría al jugador. Desde que la NBA emitió un informe médico desfavorable a Bosh.
El ala-pívot llevaba sin jugar desde febrero de 2016. Un doble problema sanguíneo le hizo acabar precipitadamente dos temporadas seguidas. Y el informe médico daba la razón a Miami. Porque el club se negó a que volviera a jugar en sus filas. Consideraba que se ponía en riesgo la salud de Bosh.
El texto de Riley no puede ser más elogioso. Ni estar más lleno de muestras de cariño.
"Chris cambió su vida y su carrera deportiva cuando vino a Miami y él transformó nuestras vidas para mejor de un modo que nosotros nunca hubiéramos imaginado", asegura Riley. Para afirmar tajantemente: "Es, sin duda, uno de los más grandes jugadores en la historia de la franquicia".
Por eso, el club ha anunciado que "el número 1 no lo llevará ningún otro jugador". La camiseta de Bosh será retirada y terminará colgando del pabellón.
Una gran trayectoria
Bosh jugó 6 temporadas en Miami. En todas ellas fue All-Star. Jugó con el equipo 4 Finales de la NBA consecutivas. Todas junto a LeBron James. Y ganó 2 anillos.
En esos 6 años jugó 384 partidos de fase regular con el club. Promedió en ellos 18 puntos y 7,5 rebotes. Con un 49,6% en el tiro de campo. Aparece como el 5º anotador de la historia de Heat. Es el 6º reboteador. Y el 7º taponador.
Es una pena que una trayectoria tan exitosa haya acabado de una manera tan triste.