El gran duelo de la noche se cocía en el Toyota Center y sirvió para ver la entereza y gran estado de forma de Golden State Warriors, que se impuso a los Rockets 106-113 para firmar su 8ª victoria consecutiva y la 60ª de la temporada. Lleva el equipo 3 años seguidos ganando 60 partidos o más.
La victoria llega un día antes de que Golden State se enfrente a San Antonio Spurs y da cierta holgura a los de la Bahía de San Francisco a la hora de conservar el primer puesto en el Oeste.
A la espera de Kevin Durant, los Warriors no se detienen. Un tremendo parcial de 20-37 en el primer cuarto marcó un encuentro en el que Houston reaccionó, pero no lo suficiente como para hacer peligrar la victoria de los californianos, que tuvieron como gran líder a Stephen Curry.
Curry acabó el partido con 32 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. Formó un tándem letal con Klay Thompson, autor de 25 puntos y 5 triples, y un trío notable con Draymond Green, que aportó defensa intensa, 19 puntos y 9 rebotes. Muy bien, igualmente, Andre Iguodala desde la segunda unidad.
Ambos equipos se desinflaron desde el triple. Los locales con una serie de 5 de 31 y los visitantes ofreciendo un 11 de 41. Eso sí, Houston presentó un 39% en el tiro de campo frente al excelente 51% del equipo de Steve Kerr.
Triple-doble de Harden
Rotación corta de 8 en Houston, muy distintiva de la trayectoria de Mike D'Antoni en los banquillos. Y nuevo triple-doble de James Harden, el 20º de la temporada.
La estrella local terminó con 24 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias, pero presentó un horrible 5 de 20 en el tiro de campo, que contrastó con su inmaculado 13 de 13 desde el libre. Clint Capela, casi perfecto en el tiro, sumó 21 puntos, Louis Williams hizo 17 como suplente y Trevor Ariza firmó un notable partido con 13 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y nada menos que 6 robos de balón.