Es el triple con el que Kyrie Irving le da medio título a su equipo, Cleveland Cavaliers, la jugada decisiva que entierra las ilusiones de los Warriors y de la afición del Oracle Arena.
El marcador estaba 89-89 y se había entrado en el último minuto del séptimo partido de las Finales. Entonces, Irving encara la marca de Stephen Curry y mete este espectacular triple para poner el marcador en 89-92 para Cleveland con 53 segundos por jugar. Es la jugada que culmina unas formidables Finales de Irving.