Los Warriors comienzan los playoffs tal y como acabaron la temporada regular: en la cresta de la ola. El primer duelo ante Houston Rockets careció de emoción, no tuvo historia. Triunfo por 104 a 78 con Stephen Curry arrasando en la primera parte y descansando en la segunda tras tener un problema leve en un tobillo.
Curry tuvo un pequeño percance en el segundo cuarto y Steve Kerr pudo permitirse el lujo de darle descanso en la segunda parte. Anotó 24 puntos en la primera parte y 0 en la segunda. Pero es que solo jugó 3 minutos en la segunda mitad.
Los Warriors agotaron los 24 segundos de posesión en la primera jugada del partido. Pero fue un aviso falso. Como resultó falsa la alarma provocada por los continuos fallos de ambos equipos en el primer cuarto. Poco después, Patrick Beverley intentó tensar la cuerda imprimiendo intensidad a su defensa ante Curry, pero los que realmente defendieron en el primer cuarto fueron los Warriors.
El resultado de ello, un apabullante 33-15 en el primer cuarto con Stephen Curry metiendo más puntos, 16, que todos los Rockets.
Nula emoción
No hubo emoción. Al descanso, 60-33. El contraste claro. Curry ya llevaba 24 puntos con 6 rebotes y 5 triples. James Harden, mientras, 4 puntos y 4 faltas.
Pasaron los minutos sin pena ni gloria. Con Curry como mero espectador. Y al final, 104-78 con Houston anotando el 35,7% de sus tiros y perdiendo la friolera de 24 balones.
Además de los 24 puntos de Curry en 20 minutos, Klay Thompson sumó 16 tantos y Draymond Green, 12 con 10 rebotes y 4 tapones. Buena aportación desde la suplencia de Marreese Speights y bien Festus Ezeli en la primera parte.
En Houston, 17 de Harden, 14 más 11 rebotes de Dwight Howard, buen trabajo reboteador de Clint Capella y 9 tantos, 8 rebotes y 4 recuperaciones de Trevor Ariza.