Campanada y de las grandes. Monumental, más bien. Minnesota Timberwolves ha ganado esta noche a los Warriors en el Oracle Arena. Una victoria que entorpece sobremanera el camino de Golden State hacia el récord histórico de victorias en una temporada de los Bulls de Michael Jordan.
Warriors logró el récord de fortaleza como local en la NBA: ¡54 victorias consecutivas! Pues bien, ha perdido 2 de sus últimos 3 partidos en casa. Ante Boston ya resultó sorprendente. Ante Minnesota, catastrófico.
Fue en la prórroga. El partido acabó 106-106 tras una canasta de Andrew Wiggins que lo llevó a la prolongación de 5 minutos. Y el propio Wiggins fue el gran verdugo de los de Steve Kerr al anotar 9 puntos en el tiempo extra, incluidos los 6 primeros de su equipo. Al final: 117-124 para los visitantes.
Wiggins (32 puntos y 6 robos) y Shabazz Muhammad fueron la pesadilla de Golden State. Muhammad, inmenso, logró 35 puntos desde la segunda unidad batiendo su récord de anotación en la NBA (y con él en pista los Wolves hicieron un +29). Además, 20 puntos y 12 rebotes de Karl-Anthony Towns para lograr su decimotercer doble doble consecutivo.
Minnesota, que tiene una marca pobre de 26-52, no contó ni siquiera con un brillante Ricky Rubio. Apenas metió 2 puntos. Repartió 9 asistencias.
Los Warriors, en problemas
Golden State encajó 18 puntos en la prórroga para perder. De nada sirvió que Andre Iguodala volviera a jugar tras perderse 13 encuentros. Tampoco que estuviera en pista Andrew Bogut y ayudara en el rebote.
Klay Thompson hizo 28 puntos y Stephen Curry, más pasador que de costumbre, sumó 21 con 15 asistencias. Pero Curry tuvo una primera parte horrible y sus porcentajes de tiro al final del partido fueron malos. Mucho más acertados estuvieron Harrison Barnes (20 tantos) y el anoche perfecto Shaun Livingston. El equipo, y ésta fue una de sus grandes tumbas, perdió 24 balones.
Ahora, los Warriors están con 69-9 a falta de 4 partidos. Para superar el récord de los Bulls tienen que ganar todos los encuentros y para empatarlo han de vencer en 3. Todo se complica.