Y llegó el mejor Kobe Bryant. Cuando nadie lo esperaba. En un momento en el que muchos aficionados estaban perdiendo ya la fe en su ídolo. Llegó a lo grande el de Filadelfia para cortar la peor racha de derrotas de la historia de los Lakers, que ganaron 119-115 a Minnesota.
Los Lakers habían empatado su peor racha de resultados con 10 derrotas seguidas, pero la undécima no llegó porque Kobe se disfrazó de lo que siempre ha sido, una superestrella.
Sus números, antológicos para un jugador de 37 años con los lastres físicos actuales que padece Bryant: ¡38 puntos en 33 minutos con buenos porcentajes y un gran 7 de 11 desde el triple! Además, 5 rebotes y 5 asistencias. Y por si fuera poco: anotó 14 puntos en los 5 minutos finales del partido. Su mejor actuación de la temporada, de largo, muy de largo.
Los jóvenes funcionaron
Además, le acompañaron en el juego las jóvenes promesas del equipo. Jugadores como D'Angelo Russell, Julius Randle o Jordan Clarkson. Y el veterano Louis Williams, que metió 20 puntos.
Minnesota sigue en su crisis interminable. No sirvieron los 30 puntos de Andrew Wiggins con un 65% en el tiro de campo ni la gran dirección de juego de Ricky Rubio, que hizo 10 puntos y 15 asistencias en 29 minutos. Un Ricky que estuvo muy bien, pero que no llegó al partidazo que hizo en el Staples Center en el encuentro inaugural de la temporada.