Los Lakers rozaron la hazaña, pero se quedaron a las puertas. El equipo angelino estuvo a punto de remontar 27 puntos de desventaja ante Sacramento Kings impulsado por sus jóvenes jugadores.
Antes, la conjunción de juego de un jugador en vías de retirarse, Kobe Bryant, y otro que empieza su andadura NBA, D'Angelo Russell, había sentado las bases para no perder pie en un partido complicado para los californianos desde el inicio.
El 38-21 del primer cuarto y el 69-48 que registraba el marcador al descanso no presagiaban nada bueno para las huestes de Byron Scott. Sin embargo, los Lakers remontaron en la segunda mitad hasta tal punto que tuvieron un triple final para llevar el partido a la prórroga. Louis Williams, que jugó bien, falló ese tiro y Sacramento ganó 118-115 con otra gran noche de DeMarcus Cousins, autor de 29 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias.
Kobe Bryant, que superó los 33.000 puntos en su carrera, terminó el partido con 28 puntos y 10 de 18 en el tiro de campo, aunque estuvo en la banda cuando su equipo remontó el marcador, y D'Angelo Russell se fue a 27 tantos en 29 minutos. Con el novato en pista, un +29 en el marcador para su equipo.
Eso sí, ni esos 55 puntos anotados entre ambos ni el gran último cuarto de Jordan Clarkson (12 puntos en dicho cuarto) y el propio Russell (11 tantos) pudieron evitar una nueva derrota de un equipo que deambula por la competición con más pena que gloria.