Se debió sentir algo extraño. Mario Chalmers vistió anoche una camiseta que no era la de Miami Heat, su único equipo en la NBA hasta hace unos días. El base debutó anoche con Memphis Grizzlies y lo hizo de modo exitoso, tanto a nivel individual como colectivo.
Chalmers había jugado esta temporada 6 encuentros con Miami promediando 5,5 puntos y 3,2 asistencias en 20 minutos. Pues bien, anoche jugó también 20 minutos en el Memphis-Portland (101-100), pero lo hizo mejorando sus prestaciones. Logró 11 puntos, 2 asistencias y 4 robos con un 4 de 6 en el tiro de campo. Gran noticia para los Grizzlies, que obtuvieron al jugador vía traspaso hace unos días.
El ex de Heat no solo debutaba con su nueva escuadra, sino que lo hacía además en casa, ante su nueva afición, que le recibió de forma calurosa y que empezó desde el primer día a ver cómo Chalmers puede aportar en la anotación, puede añadir tiro exterior a un equipo carente de él y puede ayudar en la presión defensiva a unos Grizzlies con muy buenas armas en ese capítulo del juego.
La guinda fue la canasta final de Zach Randolph que convirtió una posible derrota en el estreno de Chalmers en una victoria.