"Soy un Laker de por vida. No voy a jugar en otro lugar". Quien así habla es Kobe Bryant, santo y seña de la franquicia angelina. Se acabaron los rumores. La megaestrella ha querido cortar por lo sano después de estar rodeado de un permanente murmullo mediático.
Han sido muchas las especulaciones, los corrillos, las dudosas noticias. Todo lo que rodea a Kobe se convierte en objeto de consumo. Más ahora, a sus 37 años, cuando el final de su carrera está muy próximo, cuando le quedan 8 meses de contrato y los Lakers andan de capa caída.
De este modo, la única duda que queda es si Kobe Bryant se retirará del baloncesto una vez concluya su actual contrato o si apurará un poco más y estirará algo su presencia en las canchas. Porque su amor inquebrantable al que ha sido su equipo desde que se hiciera profesional parece fuera de cualquier duda.
Desde luego, el rendimiento actual de Bryant nada tiene que ver con los 25 millones de dólares que cobra, pero su trayectoria sí merece un final bañado en dinero.
Sus números esta temporada: 16,2 puntos de media en 5 partidos con un pobre 32% en el tiro de campo. Y los Lakers sudando la gota gorda para ganar a duras penas su primer partido en el quinto intento.