Minnesota cuenta sus salidas por victorias y sus partidos como local acaban en derrotas. Anoche, 84-96 (el resultado es engañoso) ante Miami tras protagonizar un horrible partido en la ofensiva cuyos máximos exponentes fueron sus dos grandes esperanzas jóvenes: Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns.
El canadiense sumó 12 puntos, pero con un 5 de 18 en el tiro de campo. Y el internacional dominicano se tuvo que conformar con 6 tras ofrecer un 3 de 13 en dicho capítulo del juego. En total, los que fueran números 1 del draft en 2014 y 2015 se fueron a un horrible 8 de 31 en el lanzamiento.
Ambos fueron parte esencial de la debacle de su equipo. Porque la ofensiva local estuvo atascada y una de las razones de que esto sucediera fue el mal llevado protagonismo de Wiggins y Towns.
La diferencia entre los dos jóvenes jugadores es que Towns protagonizó, al menos, un rutilante inicio de temporada, mientras que Wiggins no ha sido capaz aún de salir en su juego de la mediocridad.
Derrota sin paliativos
Miami fue muy superior de principio a fin. Minnesota hizo un 30 de 85 en el tiro de campo, un pobre 35,3%, pero es que buena parte del encuentro ni siquiera superó el 30%.
Mientras, el quinteto visitante dominó la situación, con todos sus hombres en dobles figuras anotadoras. Dwyane Wade hizo 25 puntos y un triple desde su campo, Goran Dragic añadió 18 y Chris Bosh, 16 con 12 rebotes.