Quedaban 10 segundos. Chicago ganaba 97-95 en el United Center y Cleveland sacaba de banda para empatar o ganar. Y el balón fue, ¡cómo no!, a LeBron James. El Rey buscó una penetración por el centro y, cuando se disponía a forzar la prórroga, Pau Gasol le puso este monumental tapón mandándole al suelo. Restaban 3,6 segundos para el final.
Ganaron así los Bulls y Gasol se redimió de un horrible partido -2 puntos y 2 rebotes- en el que, sin embargo, puso 6 tapones. El último, como se puede ver, crucial.