Sin Kyrie Irving y sin Kevin Love. No importa. LeBron James se agranda hasta convertirse en un jugador inabordable, el equipo defiende a un nivel espectacular y los Cavs vuelven a ganar en Atlanta para ponerse 0-2 en las Finales del Este y hacer un bello regalo a su entrenador, David Blatt, al cumplir 56 años.
LeBron no tuvo rival en la pista. A sus dotes inmensas se añadieron las limitaciones físicas de DeMarre Carroll, que milagrosamente jugó el partido. Y LeBron acabó la contienda con 30 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias. El tercer cuarto de Cleveland resultó decisivo.
Atlanta 82 Cleveland 94 (0-2)
Llegados a este punto, a este momento de la temporada, una gran estrella pesa más que 60 victorias en temporada regular. Esa estrella, LeBron James, llega a los playoffs en plenitud. Ese equipo de las 60 victorias, Atlanta Hawks, alcanza la postemporada bastante tocado físicamente. Y a estas alturas no se permiten fallos.
Anoche, segundo triunfo consecutivo de Cleveland en el Philips Arena para poner un 0-2 en las Finales del Este, que se le están poniendo a los Hawks más que cuesta arriba.
Los locales pudieron jugar con Carroll, aunque disminuido físicamente, y terminaron perdiendo el partido y sintiendo cómo los cuerpos de jugadores esenciales como Al Horford y Kyle Korver estaban para pocos trotes. Los visitantes, por el contrario, ganaron permitiéndose el lujo de no tener en sus filas a Kyrie Irving y Kevin Love.
El partido quedó marcado por el tercer cuarto. Parcial de 17-30 para un 66-84, un marcador favorable a Cavs por 18 puntos a partir de una gran labor defensiva y un LeBron James estelar que anotó 11 tantos en el cuarto. Luego, Cleveland durmió el encuentro, dejándonos el cuarto final un paupérrimo 16-10 en 12 minutos. Dura de digerir la parte final del choque.
LeBron lideró a los suyos con 30 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias. Lo dominó todo. Tuvo el tempo del partido en sus manos. Se le ve cómodo. A su lado, Iman Shumpert brilló con 16 puntos y 4 triples y Tristan Thompson capturó 16 rebotes, mientras que Matthew Dellavedova asumía con mucha dignidad la titularidad que dejó vacante el lesionado Irving.
A Atlanta de nada le sirvió su indumentaria retro. Su atasco resultó monumental durante todo el partido, pero especialmente en la segunda parte.
El equipo volvió a fracasar desde el triple (6 de 20) y ningún jugador dio un paso al frente. De hecho, Dennis Schröder fue su máximo encestador con 13 puntos pese a jugar solo 12 minutos. Anotaron 12 tantos Al Horford (con 6 rebotes y un 5 de 8 en el tiro en 30 minutos), Jeff Teague y Kyle Korver. Paul Millsap y DeMarre Carroll fueron sombras de sí mismos. El equipo de Georgia se precipita hacia la eliminación y Mike Budenholzer no encuentra soluciones.