La eliminatoria entre Clippers y Spurs está enloquecida. El factor cancha no vale nada, va de un equipo a otra como si fuera una bola de tenis. Eso sí, los Clippers han forzado el séptimo partido y la serie llega a donde ellos querían: todo se decidirá en Los Ángeles.
Segundo triunfo de Clippers en San Antonio, lo que es noticia porque los Spurs no suelen ceder de este modo. Y triunfo fraguado en un gran partido del quinteto titular con decisivas actuaciones de Chris Paul y, sobre todo, de un estelar Blake Griffin, aunque fuera Jamal Crawford el que definiera el triunfo desde los libres. En San Antonio, brutal actuación de Marco Belinelli que no sirvió para que el equipo se clasificara.
San Antonio 96 L.A. Clippers 102 (3-3)
Era el enfrentamiento estrella de la primera ronda de los playoffs y se resolverá en el séptimo partido. Eso sí, el camino que ha llevado esta serie para llegar a ese séptimo encuentro ha sido más que peculiar, con el factor cancha cambiando de manos con extrema facilidad y sin que ningún pronosticador sepa a qué atenerse en este momento.
Lo cierto es que lo que ha pasado esta noche en Texas es inusual. No es nada común que los Spurs de Gregg Popovich dejen escapar un 'match ball' jugando en casa. Lo hicieron anoche, lo que demuestra que Clippers es ya un equipo mayor. Ya lo era por plantilla, ahora lo es mentalmente, a lo que contribuye mucho su entrenador, Doc Rivers.
El partido fue francamente igualado de principio a fin. Eso sí, el ataque de los Spurs resultó pobre para lo que suelen ser sus estándares de juego. Sus titulares no funcionaron. Apenas destacar los 12 puntos y 13 rebotes de Tim Duncan. Tuvieron que ser suplentes como Marco Belinelli o Boris Diaw los que situaran al equipo en el partido. Extraordinario el italiano con 23 puntos en 22 minutos de juego tras meter 7 triples. El francés hizo 17 tantos.
Precisamente, Belinelli dio la última esperanza a los Spurs. Clippers había entrado con ligera ventaja en el marcador en el último cuarto y mantuvo esa diferencia de forma magistral, con gran sabiduría, consiguiendo llevar a remolque a San Antonio, pero 2 triples del italiano pusieron el 96-98 a 14 segundos del final. Llegado ese momento, Jamal Crawford decidió todo anotando 2 tiros libres.
La estrella del partido fue Blake Griffin. Enorme Griffin con 26 puntos, 12 rebotes, 4 tapones y 6 asistencias. Actuación para enmarcar. Y a Chris Paul se le puede perdonar su 7 de 21 en el tiro porque sumó 19 tantos, 15 asistencias y 4 robos de balón. Además, J.J. Redick hizo 19 puntos y DeAndre Jordan, al que por supuesto le hicieron faltas a propósito, se fue del choque con 15 tantos y 14 rebotes. Los galones funcionaron en los angelinos, que estarán pendientes del tobillo de Glen Davis para el séptimo partido.
A San Antonio le pesó el 3 de 15 en el tiro de un desconocido Kawhi Leonard, muy lejos de sus anteriores partidos, el hecho de que Tony Parker no esté bien físicamente y la irreglaridad de Manu Ginóbili, que anoche ofreció su peor cara con 3 puntos en 14 minutos tras fallar 5 de sus 6 lanzamientos a canasta.