Regresó anoche Dwight Howard tras permanecer sin jugar 2 meses. Lo hizo en el Pelicans-Rockets y con minutos limitados. Presencia del jugador en la cancha restringida a 16 minutos en los que aportó 4 puntos y 7 rebotes a la victoria de su equipo.
Tras el partido, optimismo en Howard: "Me sentí bastante bien", dijo. El jugador de Houston reconoció lo extraño que le supuso estar tan poco tiempo en la pista, pero lo comprende. Para Houston lo importante son los playoffs y los médicos y el técnico, Kevin McHale, se van a mostrar muy cautos con Howard. Le quieren cuidar.
El jugador, mientras, se muestra resignado, pero sin ningún mal rollo. De hecho, se adapta rápidamente a la situación. Lo primero que quería es jugar de nuevo y lo demás ya vendrá poco a poco. "Lo principal para mí es ayudar al equipo en defensa, lo demás irá llegando solo", aseguró tras el choque.
26 partidos sin jugar
Howard había jugado su último partido el 23 de enero en Phoenix. Entonces, solo disputó 8 minutos. La rodilla derecha estaba en el origen de sus problemas.
Tras ello, 2 meses de baja y 26 partidos sin poder ayudar a los Rockets, que se han defendido estupendamente en la competición sin él. El plazo de recuperación se prolongó más de la cuenta, fue más largo que las estimaciones iniciales.
Lo malo para Houston es que ahora que regresa el 8 veces All-Star, otro titular del equipo está en serias problemas físico. Es Patrick Beverley, que podría pasar por el quirófano.