Se acabaron los incesantes rumores: Ray Allen no jugará esta temporada en la NBA. Lo ha dicho el propio jugador, que ha asegurado hoy que han sido varios meses de reflexión los que le han llevado a tomar una decisión inequívoca. "He tenido mucho tiempo para decidir qué es lo mejor para mí", ha indicado. Y lo mejor es, según ha confesado hoy, seguir disfrutando de su familia.
Allen ha estado en el disparadero desde hace meses y ha sido sujeto constante de una intensa rumorología que ha hablado de su posible regreso al baloncesto y del interés por hacerse con sus servicios de buena parte de la plana mayor de la liga, desde los Cavaliers a los Spurs pasando por Wizards, Warriors, Heat, Clippers o Hawks. En muchos sitios hubiera sido bien recibido.
Ese interés masivo por el veterano jugador lo ha atestiguado hoy mismo su propio agente, Jim Tanner, que ha reconocido los múltiples contactos que han existido.
Eso sí, ni el jugador ni su agente han cerrado la puerta a que Allen vuelva a jugar la próxima temporada. Por lo que la rumorología en torno a él simplemente se aparca temporalmente, aunque no hay que olvidar que estamos hablando de un jugador que ya tiene 39 años y 18 temporadas de la NBA a sus espaldas.