Por ahora, Kobe Bryant hace honor al dorsal que luce en los Lakers, el 24. Porque en los 10 partidos que ha jugado esta temporada promedia nada menos que 24,4 tiros por juego, una cifra especialmente exigente para un jugador que tiene ya 36 años.
Kobe es el máximo encestador de la NBA con 27,3 puntos por partido, pero lo hace lanzando 24 veces por juego y, lo que es peor, anotando el porcentaje más bajo en el tiro de campo de su carrera: un 37,7%.
La estrella de Lakers ha lanzado en dos ocasiones 28 tiros y su máximo protagonismo llegó con los 37 que ejecutó ante Phoenix para meter 39 puntos y los 34 ante Warriors para sumar 44 tantos. Éste ha sido su último partido.
Tras este encuentro, Kobe señaló a la prensa que su deseo no es tirar tantas veces a canasta, pero que si lo hace es por las circunstancias en las que se encuentra su equipo. "Estoy dispuesto a no hacerlo", dijo Kobe, según publica el Orange County Register, para añadir: "Si piensas que quiero tirar tantas veces y ser tan agresivo a los 36 años, estás loco de remate".
Una estrella sin ayuda
Lo cierto es que Bryant está muy solo. Se marchó Pau Gasol, Steve Nash no llegó a recuperarse, Nick Young ha estado ausente en este inicio de temporada, el novato Julius Randle se lesionó sin poder desarrollar su talento y Carlos Boozer y Jeremy Lin no han respondido como se esperaba. Demasiadas circunstancias adversas.
El resultado es un Kobe anotando 27,3 puntos para perder 9 de los 10 partidos que ha jugado, el peor arranque de temporada de la historia de los Lakers.
Ante los Warriors, metió 44 puntos para perder 115-136 tras ir cayendo por 36 al final del tercer cuarto.
Sus 24,4 tiros por juego son 4 más que los 20,4 que promedió en su última temporada sano, la 2012-2013, tras jugar 78 encuentros.