Parece que hasta aquí llegaron los Blazers. Tras una temporada espectacular y sorprendente con gran carga de trabajo para su equipo titular, Portland parece haberse topado con el muro definitivo. Y ese muro no es otro que San Antonio Spurs. Hasta la fecha, 2 partidos, 2 victorias comodísimas de Spurs en el AT&T Center.
Otra vez sobró la segunda parte. Un demoledor parcial de 41-25 en el segundo cuarto propiciado en ausencia en pista de Tony Parker, Tim Duncan y Manu Ginóbili sirvió para romper el partido. Los texanos están siendo muy superiores, nada que ver con la complicada serie vivida ante Dallas Mavericks.
San Antonio 114 Portland 97 (2-0)
El primer cuarto se cerró con una cesta de Damian Lillard sobre la bocina para poner un apretado 29-26 en el marcador, pero fue empezar el segundo cuarto y desatarse toda la furia deportiva de los Spurs, que fue mucha.
Porque el inicio del segundo cuarto marcó el desenlace del partido. El resultado pasó de un 29-28 a un 52-34 en pocos minutos, un parcial de 23-6 en el que no anotaron ni Tony Parker, ni Tim Duncan, ni Manu Ginóbili, lo que da una idea del tremendo potencial colectivo que tiene esta plantilla y el brillo individual de cada uno de sus jugadores.
Ese parcial ganador de 23-6 arrancó con 7 puntos consecutivos de Boris Diaw y contó, entre otras ayudas, con 2 triples de Danny Greeen y otros 2 del italiano Marco Belinelli. Portland se sintió completamente desbordado hasta encajar 41 puntos en el cuarto e irse al descanso con un 70-51 que prácticamente sentenció el encuentro.
Porque, como ocurriera en el primer partido, la segunda parte sobró. Los Spurs controlaron el marcador y Portland se esforzó por recuperar el juego perdido, pero su esfuerzo le llevó como mucho a acercarse a 8 puntos de desventaja a algo menos de 6 minutos del final. San Antonio no permitió más alegrías tras su clinic ofensivo de la primera mitad.
El equipo de Gregg Popovich dominó fácil a partir de una gran exhibición desde el triple -12 anotados de 20 intentados-. Spurs estuvo por encima del 50% en el tiro de campo y solo perdió 9 balones. Se permitió, eso sí, el lujo de no estar fino desde los libres o no cerrar excesivamente bien su rebote, pero vivió del juego colectivo encarnado en 7 jugadores que lograron 10 o más puntos.
La figura local fue Kawhi Leonard en noche casi perfecta. Finalizó con 20 puntos y un 8 de 9 en el tiro que incluyó 4 triples sin fallo. Además, Manu Ginóbili se resarció de su mal primer partido ofreciendo su habitual juego completo: 16 tantos, 5 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. Jugó 27 minutos y tuvo mucho protagonismo ofensivo. Tony Parker sumó 16 tantos y 10 asistencias y Tiago Splitter hizo un doble doble y también se resarció de su mal primer partido defendiendo de cine a LaMarcus Aldridge, que no pudo con él.
A ellos, se añadieron esas aportaciones decisivas en el segundo cuarto de Diaw, Belinelli y Green, jugadores de una calidad indudable.
Portland no pudo en ningún momento hacer sombra al equipo local. Nicolas Batum fue su mejor hombre con 21 puntos y 9 rebotes y Damian Lillard añadió 19. Mientras, LaMarcus Aldridge acabó con un 6 de 23 en el tiro para 16 tantos y 10 rebotes y Will Barton aprovechó minutos intrascendentes para hacer estadística.