Suma y sigue. Indiana Pacers ha anunciado que Andrew Bynum no jugará ni un segundo en los playoffs y ha añadido que el equipo no contará con él en el futuro. Es decir, que sus días en el club están contados.
Bynum no hace más que encadenar fiascos desde que salió de los Lakers por la puerta de atrás. Desde entonces, no ha vuelto a tener continuidad en el juego por culpa de sus rodillas.
El más espectacular fiasco llegó con los Sixers, cuando se pasó toda la temporada en blanco sin llegar a debutar con el equipo. Y esta temporada ha jugado en Cleveland y en Indiana, aunque lo de jugar es un decir.
Con los Cavs jugó 24 encuentros en los que promedió 8,7 puntos y 5,6 rebotes en 19,8 minutos. De Cleveland salió envuelto en la polémica, ya que a sus problemas físicos se sumó su mala actitud, una mala actitud que ya había mostrado en Lakers y Sixers. Y Bynum acabó en febrero en los Bulls, que se desprendieron de él en un abrir y cerrar de ojos, terminando el pívot en un equipo con aspiraciones al anillo: Indiana Pacers.
Prometedor debut
El caso es que Bynum debutó con Indiana de forma más que esperanzadora. Aquel día solo jugó 16 minutos, un corto tiempo en el que hizo 8 puntos y 10 rebotes. La cosa prometía. Eso sí, solo sumó un partido más con el equipo.
Porque Bynum solo ha disputado 2 partidos con Indiana. Sus números, muy buenos, pero con una participación poco menos que inexistente: 11,5 puntos y 9,5 rebotes en 18 minutos de acción.
Con 26 años, Bynum parece estar más cerca de la retirada prematura que de la resurrección deportiva.
Larry Bird, presidente de Operaciones de Baloncesto de los Pacers, ha afirmado hoy lo siguiente: "Queremos agradecer a Andrew y a nuestro equipo médico por tratar de solucionar los problemas con su rodilla". Palabras de Bird que sonaban a despedida. Y lo eran.