Atlanta y Memphis tenían sus eliminatorias en la mano. Ambos ganaban 2-3 y jugaban en sus respectivos pabellones, el Philips Arena y el FedExForum, ante dos potenciales aspirantes al título, Indiana y OKC, que estaban contra las cuerdas. Pero no remataron.
El número 1 del Este, Pacers, y el 2 del Oeste, Thunder, sobrevivieron a tan extrema situación de muy dispar modo. Mientras que los Pacers estuvieron en peligro hasta los últimos segundos, los Thunder ganaron con comodidad de principio a fin, con una autoridad inesperada.
Eso sí, las estrellas a las que se esperaba, no fallaron. Indiana tiró para ganar de David West y Paul George y OKC se basó en el poderío de la estelar pareja formada por Kevin Durant y Russell Westbrook. Marc Gasol fue el máximo anotador de Memphis con 17 puntos y Luis Scola solo jugó los 12 últimos segundos del Hawks-Pacers.
Atlanta 88 Indiana 95 (3-3)
Al menos, Atlanta tuvo esperanzas de cerrar la eliminatoria hasta bien avanzado el partido. De hecho, faltando algo más de 3 minutos para el final empezó a saborear la miel de un triunfo que no llegó porque esa miel se le quedó en los labios.
Dos canastas de un acertado Jeff Teague habían puesto el 84-79 para Atlanta a 3:15 del final. Pues bien, ahí se apagaron las luces locales y en esos algo más de 3 minutos que quedaban vimos un parcial de 4-16 que mató a los Hawks y tiró por tierra el gran trabajo del equipo en la pista y de Mike Budenholzer en el banquillo.
La clave para que así fuera fue triple: David West como elemento salvador, Paul George como pieza de cierre y la defensa de Pacers sosteniendo una reacción cuando casi todo empezaba a estar perdido ante la mirada en las primeras filas de Larry Bird y Kevin Pritchard.
Con el 84-79, West metió 2 canastas que sostuvieron en pista a los suyos y George Hill puso el 84-85 con menos de 2 minutos por jugar. Luego, vino la aparición de Paul George. Con 85-87 atacó Atlanta para empatar o ganar, Lou Williams, buen reactivo desde la segunda unidad, remontó la línea de fondo, pero cuando quiso sacar la bola hacia afuera ésta fue cortada por Paul George, que acto seguido metía 4 tiros libres sin fallo para cerrar el encuentro.
Indiana empataba a 3 y tendrá el séptimo partido en casa. Pero para llegar a ese séptimo partido Frank Vogel, bastante criticado en estos playoffs, tuvo que adoptar medidas quirúrgicas valientes y no siempre populares, desesperadas por momentos... y entre los damnificados hubo demasiados jugadores importantes, lo que a la larga puede ser muy perjudicial para el equipo. Por ejemplo, Roy Hibbert tuvo otra actuación demencial y solo jugó 12 minutos, viendo todo el final desde la banda con Ian Mahinmi ocupando su puesto.
¡Pero es que los 2 suplentes de mayor peso de Indiana, Luis Scola y Evan Turner, desaparecieron de la rotación!. Ya se había intuido algo semejante en el quinto partido, pero esta vez el argentino jugó solo los 12 últimos segundos del partido en un gesto innecesario por parte de Vogel, que le introdujo en pista cuando todo estaba ya decidido. Y Turner ni siquiera jugó. Beneficiados en minutos: el citado Mahinmi y Chris Copeland, un jugador infrautilizado en la temporada. Cuestiones tácticas, que de no haber triunfado habrían puesto a Vogel a los pies de los caballos.
Por lo demás, el partido lo ganaron un enorme David West, que en plan All-Star hizo 24 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias y Paul George, autor de 24 tantos y 8 rebotes, con las ayudas de Lance Stephenson -21 tantos y 9 rebotes- y George Hill.
Antes de ese desenlace, habíamos visto la trifulca en la recta final del segundo cuarto entre George Hill y Mike Scott, que se saldó tan solo con técnicas y en las que algunos jugadores suplentes de Pacers metieron el pie en la pista. Segundos después, Hill cerraba la primera parte con un triplazo sobre la bocina que ponía el 39-44 en el luminoso.
Atlanta se fue completamente aturdido por la decepción tras solo meter el 35,8% de sus tiros ante la defensa de Pacers. Jeff Teague anotó 29 puntos con 9 libres sin fallos y Paul Millsap se fue a 16 con 18 rebotes y 5 pases de canasta. Fueron, sin duda, los dos pilares de un equipo que contó con 16 puntos del suplente Lou Williams. Esta vez, el increíble Mike Scott del anterior partido se convirtió en calabaza con un 0 de 6 desde el triple. Eso sí, hizo un mate descomunal en el tercer cuarto.
Memphis 84 Oklahoma City 104 (3-3)
Esta vez, no hubo prórroga. Ni mucho menos. Es más, lo que hubo fue un fortísimo golpe sobre la mesa de los Thunder reivindicando su favoritismo perdido a manos de unos Grizzlies que están demostrando por qué fueron finalistas de conferencia el pasado año.
Se habían jugado 4 partidos consecutivos con prórroga, lo nunca visto, y Memphis llegaba al momento de su verdad, la de jugarse en casa el cuarto y definitivo triunfo que hubiera dejado en la calle al equipo de Kevin Durant. Pero no sucedió.
El 8-19 registrado en los primeros 8 minutos del partido ya evidenció algunas cosas. Que Durant estaba dispuesto a acallar cualquier crítica, que OKC iba a defender a muerte y que Memphis no se encontraba cómodo ni ante la presión del momento, ni ante la gran actitud del rival. Fueron 3 canastas seguidas de Marc Gasol las que dieron cierto aire de cambio al partido, pero duró poco. Al final del primer cuarto, 17-25 con Zach Randolph, que tuvo un gran arranque, acabando el cuarto errando 2 tiros libres. Y a partir de ahí, el desequilibrio.
OKC puso la directa en un segundo cuarto que le llevó con un cómodo 41-56 al descanso tras llegar a tener una máxima ventaja de 17 puntos. Por entonces, Thunder acumulaba un 56,6% en el tiro de campo y sus dos máximas estrellas, Kevin Durant y Russell Westbrook, andaban por encima del 50%.
El tercer cuarto no supuso cambio alguno. OKC dominó con mano férrea el juego y los Grizzlies se consumieron en su propia impotencia. La ventaja se amplió a 21 puntos (61-82) y en esta ocasión no hubo remontada que valiera, ni bajón del equipo que dominaba.
Triunfo cómodo, sin historia ni apuro alguno, de Thunder, equipo que puso 11 tapones, un dato que muestra, en parte, su gran agresividad para tapar el ataque rival. Espectacular, en este sentido, los 5 tapones que colocó Steven Adams en 20 minutos de juego.
En cuanto al juego general, Kevin Durant sumó 36 puntos y 10 rebotes y cambió el chip, ya que su desacierto desde el triple, 0 de 6, le hizo ser más agresivo de cara al aro. Penetró más, fue más incisivo, hizo daño en posiciones cercanas al aro. Y Russell Westbrook logró 25 tantos y 9 rebotes. Si a ello le añadimos la buena aportación de Reggie Jackson (16 tantos con 4 de 5 triples), tenemos el cóctel perfecto para triunfar.
Thabo Sefolosha no jugó y partió como titular Caron Butler, mientras que Serge Ibaka brilló en defensa, que no en ataque, para finalizar con 8 tantos, 7 rebotes y 4 tapones.
Memphis acabó con solo 84 puntos, un 37% en el tiro de campo y un 3 de 14 desde el triple. Solo funcionaron sus hombres altos, aunque Z-Bo fuera de más a menos claramente. Marc Gasol sumó 17 puntos, 5 rebotes y 4 pases de canasta en 33 minutos siendo el máximo anotador de los suyos. Randolph hizo 16 con 8 rebotes y James Johnson, 15 en 18 minutos. En el lado negativo, el mal partido de Mike Conley y el nulo acierto de su suplente, Beno Udrih. Entre ambos, 3 de 18 en el tiro. Y no fue esta vez Mike Miler el revulsivo, aunque empezó en plan esperanzador.