Atlanta Hawks ha sufrido mucho en la temporada, pero al final lo ha conseguido: estará en los playoffs. New York Knicks ha decepcionado durante toda la campaña y merecidamente se queda fuera, incapaz con su plantilla de alcanzar un balance de victorias-derrotas digno en una conferencia en la que la clasificación estaba barata.
Los de Mike Budenholzer han conseguido esta noche su pasaporte para la postemporada derrotando a unos Heat que viven últimamente en la más completa mediocridad. Ahora, Miami e Indiana están empatados en la primera plaza del Este con un 54-26 con 2 partidos por jugar por cada equipo. Ni siquiera valió anoche la vuelta de Dwyane Wade.
Por otra parte, los Clippers ganaron a los Kings dando espectáculo en un partido en el que jugaron, tras ausencias no prolongadas, el local Jamal Crawford y el visitante Rudy Gay. Fluida noche del trío formado por Blake Griffin, DeAndre Jordan y Chris Paul. Los angelinos suman ya 56 victorias y empatan el récord de triunfos de la historia de la franquicia.
Además, victorias de Denver y Charlotte ante Utah y Philadelphia con Kenneth Faried, que hizo un doble 20, y Al Jefferson dominando las zonas y los partidos.
Atlanta 98 Miami 85
Gran éxito de los Hawks de Mike Budenholzer viendo cómo el equipo ha sido maltratado por las lesiones a lo largo del curso. Sin hispanos, con Al Horford y Gustavo Ayón con bajas de larga duración, y con jugadores entrando y saliendo del equipo por problemas físicos, especialmente los hombres altos, Atlanta ha sobrevivido. Una supervivencia a la que ha contribuido la fragilidad del Este, con Knicks, Pistons y Cavaliers haciendo temporadas decepcionantes.
La clasificación cobró mayor realce al llegar con una victoria ante los vigentes campeones, unos Heat de capa caída que dan una de cal y otra de arena, aunque últimamente se escoran más hacia el desastre que hacia la brillantez.
Atlanta (37-43) dejó atrás definitivamente a New York (34-45) a base de derroche físico, defensa, pasión por un objetivo y el acierto de algunos de sus hombres. Fundamentalmente de Jeff Teague (25 puntos y 4 robos) y un gran Louis Williams, que emergió cuando más se le necesitaba. Finalizó con 23 puntos en 23 minutos, 18 de ellos en el cuarto final, incluidos los 12 últimos del equipo. Además, un perfecto 4 de 4 desde el triple.
Los Hawks ganaron a pesar de tener a un Paul Millsap menor y a Kyle Korver de nuevo desaparecido en combate. DeMarre Carroll hizo 17 puntos y una de las grandes diferencias del partido fue el mejor rendimiento de la suplencia local frente a la desastrosa suplencia visitante.
Miami fue una pena. Ni siquiera recuperar a Wade o tener ya en sus filas a Udonis Haslem y Chris Andersen sirvió de algo.
Tras el 49-49 de la primera parte, solo anotó Miami 36 puntos en la segunda, 13 en el tercer cuarto. Los de Florida perdieron 20 balones, no acertaron desde el triple y acabaron con un 9 de 19 desde los libres. Su mejor hombre fue el reaparecido Wade, que se fue a 24 puntos en 23 minutos con un 10 de 14 en el tiro de campo. Su único lunar, los tiros libres. Se le vio muy bien. LeBron James sumó 27 puntos con 8 rebotes y 5 asistencias. Y nadie más aportó. Especialmente penosa la segunda unidad, que solo hizo 8 puntos.
L.A. Clippers 117 Sacramento 101
Duelo californiano sin mucha historia en cuanto a competitividad, pero con historia desde el punto de vista estadístico, ya que Clippers logró su victoria número 56 (suma un 56-24) para empatar el récord de la franquicia en una temporada. Además, superó su mejor marca de siempre como local tras firmar hasta la fecha un 33-7 en el Staples Center. Gran debut de Doc Rivers en el banquillo.
La primera jugada del partido fue curiosa. A los pocos segundos de empezar, DeAndre Jordan robó un balón, se fue solo al contraataque y él, que es un prodigio físico, erró el mate completamente solo. Fue un adelanto de lo que vendría, pero en su parte positiva, ya que Clippers dio un gran espectáculo en la transición, corrió con gracia, terminó las jugadas a lo grande, con bastantes mates, y movió muy bien la bola. Su juego fue fluido y su triunfo, cómodo.
Blake Griffin dio un clinic como pasador y acabó con 27 puntos y 9 asistencias y DeAndre Jordan no hizo un doble doble, pero intimidó a lo grande con sus 21 puntos, 9 rebotes y 7 tapones. Eso sí, su 3 de 11 en los libres muestra que sigue sin mejorar en el tiro. Y Chris Paul firmó 17 puntos, 10 asistencias y 7 rebotes. El quinteto inicial hizo dobles dígitos anotadores y también los hizo Crawford, que volvió al juego.
Sacramento recuperó a Rudy Gay, que anduvo irregular. La figura visitante fue nuevamente un inmenso DeMarcus Cousins con 32 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias y Reggie Evans sumó 14 tantos y 14 rebotes. Mientras, Ben McLemore nos dejó un triplazo en carrera sobre la bocina del tercer cuarto y su expulsión a 10:51 del final por doble técnica.
Denver 101 Utah 94
Denver hizo su peor primera parte anotadora en lo que va de temporada y se desquitó en la segunda a partir de una ofensiva espectacular. Porque nada tuvo que ver los 34 puntos que metió en la primera mitad con los 67 con los que resolvió en la segunda.
Los locales ganaron a partir de la ofensiva, pero también gracias a dominar el rebote y tener varios jugadores en permanente buen momento. Fueron los casos de Randy Foye -26 tantos con 9 de 9 en libres-, el francés Evan Fournier -23 tantos desde el banquillo- y, sobre todo, Kenneth Faried. El intenso Faried volvió a maravillar con un doble 20 al sumar 24 puntos, 21 rebotes y 5 asistencias. Fue el mejor del partido. Sin duda.
Utah estuvo negado desde el triple -2 de 13-. Sus mejores anotadores: Gordon Hayward (23 puntos) y, sobre todo, Enes Kanter (22 con 14 rebotes). Los Jazz suman 4 derrotas seguidas y continúan últimos en el Oeste.
Charlotte 111 Philadelphia 105
Los Bobcats andan felices. El equipo de Steve Clifford ha ganado 6 de sus últimos 7 encuentros y suma ya un 41-39, instalado desde hace tiempo con comodidad en los puestos de playoff.
Anotando el 54% de sus tiros y con 7 jugadores aportando bastante a la ofensiva ganaron los locales. Al Jefferson, su gran definidor, como casi siempre, con 29 puntos y 12 rebotes. Buen papel director de Luke Ridnour, ausente del partido Kemba Walker, y 12 puntos en 21 minutos del novato Cody Zeller.
Otro novato, Michael Carter-Williams, fue el mejor, sin duda, de los Sixers: 23 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. Thaddeus Young y Henry Sims le secundaron. Pero el equipo volvió a perder.