Una actuación monstruosa. Animal, salvaje, impresionante, insuperable... Pónganle la palabra que quieran, pero esta noche LaMarcus Aldridge ha grabado su nombre con letras de oro en la historia de los playoffs.
Aldridge ha anotado 46 puntos y ha capturado 18 rebotes en la victoria de Portland en Houston tras prórroga. Esos 46 puntos son un nuevo récord en playoffs de la historia de la franquicia, que ha tenido sobresalientes miembros. Y lo ha hecho en Texas, su estado natal.
Entre Aldridge y Damian Lillard, que nunca había jugado playoffs, anotaron 77 puntos para demostrar que la fantástica temporada regular de Portland no es una cuestión del pasado. En los Rockets, Dwight Howard, James Harden y Chandler Parsons llevaron la voz cantante, aunque Harden falló muchos tiros y, lo que es más grave, llegó a errar 3 lanzamientos en momentos cruciales del encuentro.
Houston 120 Portland 122 (tras prórroga)
LaMarcus Aldridge ha hecho un temporadón en un equipo revelación, pero ha tenido poco eco mediático. Ha sido bastante ninguneado, no se le ha dado el realce que su juego mereció. Pues bien, hoy los medios de comunicación no podemos retirar el foco de él, porque lo que hizo anoche en el Toyota Center fue sencillamente apoteósico.
En un partido de playoff, 46 puntos, 18 rebotes, canasta decisiva que envió el partido a la prórroga a 2 segundos del final con un forzadísimo palmeo y hasta un 2 de 2 desde el triple antes de quedar eliminado cuando restaba 1:04 para acabar el tiempo extra. Tremendo Aldridge y, pese a su ausencia final, su equipo ganó.
Aldridge formó un tándem letal con el joven Lillard, al que apenas pesó el ser debutante en estas lides. Así lo dice su juego y sus números: 31 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. ¡77 puntos metieron entre Aldridge y Lillard para compensar la nula aportación de la segunda unidad de los de Oregón, que solo anotó 7 de los 122 del equipo!.
Como contraste, el negativo partido de James Harden, que metió 27 puntos, pero con un 8 de 28 en el tiro de campo, un 3 de 14 desde el triple y fallando al final del último cuarto y la prórroga 3 tiros esenciales que dejaron a su equipo fuera de juego.
Porque el partido tuvo dos finales. En el primero, LaMarcus Aldridge reinó. Con 106-104 para Houston, el ala-pívot visitante mandó el partido a la prórroga con una canasta lograda a 2 segundos del final. El tiro para ganar de Harden que vino luego no tuvo éxito.
La segunda final vino con el tiempo de prolongación, 5 minutos en los que Houston pareció tener otra vez el partido en sus manos. Dos jugadas de 2+1 de los locales Dwight Howard y Jeremy Lin en el primer minuto de la prórroga pusieron un convincente 112-106 a favor del equipo de Kevin McHale, pero la escuadra de Terry Stotts reaccionó con un 0-8 abierto con triples de Aldridge y Nicolas Batum. Al final, con 120-121, Harden falló un triple a 11 segundos de la conclusión, acto seguido Joel Freeland metió 1 de sus 2 libres para el 120-122 y para concluir Harden volvió a fallar en su intento de provocar una segunda prórroga. Lo dicho, nefasto el jugador de Houston en el momento de la verdad.
Acabaron los visitantes noqueando al público del Toyota Center. Y a los 77 puntos del dúo Aldridge-Lillard se sumaron los 18 de Wesley Matthews y el partido serio de Batum. Todo ello en un encuentro con baloncesto muy físico no exento de calidad, 65 faltas personales, 4 jugadores eliminados, entre ellos Aldridge y Howard, técnicas, una flagrante y emoción, mucha emoción.
Houston lanzó 105 veces a canasta para terminar perdiendo. Howard fue su mejor hombre con 27 puntos, 15 rebotes y 4 tapones. Dio el paso que se le pedía. Falló tiros libres, sí, pero eso ya parece incorregible. Harden sumó también 27, pero no estuvo bien, y Chandler Parsons hizo 24. Doble doble de Terrence Jones y bien desde la suplencia Jeremy Lin. Francisco García sumó 5 puntos en 18 minutos y metió 1 tanto en la prórroga. Fue el único de su equipo que anotó en el tiempo extra fuera del dúo Howard-Lin. Porque Harden se quedó en blanco en el momento de la verdad.