La NBA ya tiene a los 16 equipos que competirán en los playoffs. Faltando 2 días para la conclusión de la temporada regular, Memphis Grizzlies cerró su pase para la postemporada en un dramático partido en Phoenix en el que los locales y los visitantes se jugaban prácticamente la temporada. Y los Suns, tras una fantástica campaña, se quedaron con la miel en los labios.
La experiencia, especialmente en situaciones bajo presión, lo fue todo en el final del partido y de ella andaban sobrados los Grizzlies y faltos los Suns. Zach Randolph, Marc Gasol, Mike Conley y Mike Miller marcaron la diferencia.
En un sentido bien contrario, Jazz y Lakers se jugaban algo más que la honrilla en Salt Lake City. El partido sirvió para que los angelinos evitaran definitivamente la última posición del Oeste. Su victoria les deja como penúltimos y ahí se quedarán. Tremendo Nick Young, que anotó 41 puntos.
Mientras, en Filadelfia, victoria de Sixers sobre Celtics con destacadas actuaciones de los novatos Michael Carter-Williams y Kelly Olynyk.
Phoenix 91 Memphis 97
Memphis consiguió su clasificación para los playoffs tirando de oficio, experiencia y horas de vuelo bajo presión. Lo logró en un territorio hostil y exprimiendo a sus hombres más experimentados. No falló Zach Randolph, tampoco Mike Conley o Marc Gasol, y surgió la veteranía de Mike Miller, que sabe lo que es ganar la NBA. A cambio, Phoenix, un equipo inexperto en estas lides tanto como colectivo como a nivel individual, se hundió en los últimos 87 segundos del partido.
Era la gran cita del día en la NBA. Phoenix aspiraba a dejar la decisión de todo para el miércoles ganando a Memphis con toda su afición empujando al equipo. Pero a Memphis le puso el ambiente hostil y solventó con mucho, mucho oficio. Hubiera sido un desastre que los Grizzlies hubieran pasado de jugar la Final del Oeste con Lionel Hollins a no alcanzar los playoffs con Dave Joerger. No ha sido así finalmente. Y ahora, empatados en la séptima plaza con Dallas, buscarán evitar a los Spurs.
La experiencia es un grado, ¡y vaya si se vió en el final del partido!. En ese final, se encongió el equipo de Jeff Hornacek, que se queda sin premio tras un estupenda temporada. Mike Miller adelantó a Memphis 85-86 a 3:10 del final, pero los Suns aguantaron y se colocaron en cabeza del marcador a 1:27 de la conclusión. El resultado, 91-90. Pues bien, en los últimos 87 segundos del partido no fueron capaces de anotar. Lo suyo fue una cadena de errores ofensivos que derivó en un parcial de 0-7 que dio el triunfo a los visitantes.
En ese 0-7, canastas decisivas de Mike Conley y Z-Bo. Solo ellos y Marc Gasol anotaron en ese momento dramático del partido donde hay que demostrar de qué está uno hecho. Mike Miller ya lo había demostrado antes. Eso sí, Conley, tras meter 2 canastas cruciales, erró incomprensiblemente 3 tiros libres en los segundos finales que hicieron que Memphis retrasara el cierre del encuentro.
Al final, estupendo Randolph, que lideró al equipo con 32 puntos y 9 rebotes y magistral desde la segunda unidad Miller, que enchufó 5 de sus 6 intentos triples para meter 21 puntos. Marc Gasol siguió en la línea brillante de la última semana y logró 18 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias en 37 minutos y Mike Conley añadió 14 tantos y 7 asistencias. Además, buena aportación al juego de Tony Allen. Es decir, la columna vertebral del equipo funcionó sin fisuras en el momento de la verdad. Y Memphis anotó un 51,9% de sus tiros, un enorme porcentaje en un partido jugado bajo la máxima presión.
Los Suns se disolvieron como un azucarillo en el momento de la verdad. Durante todo el partido estuvieron erráticos en el tiro exterior y su mejor hombre fue Markieff Morris, que hizo 21 puntos. Goran Dragic sumó 14 con 5 robos, aunque estuvo negado desde el triple. Bastante hizo porque anda aún algo renqueante. Y Channing Frye también hizo 14 tantos. Mientras, Eric Bledsoe y Gerald Green no terminaron de romper, especialmente el segundo.
Utah 104 L.A. Lakers 119
Partido por la dignidad. Algo así era el encuentro que se iba a disputar en Salt Lake City. La cuestión era evitar la última posición del Oeste. Jugaban el último contra el penúltimo. Separados ambos por un suspiro. Y los Lakers ganaron su última batalla, la de la mínima dignidad, al vencer a Utah y quedar definitivamente penúltimos del Oeste con un lamentable balance de 26-55 a falta de 1 partido.
Capital en el desarrollo exitoso del partido para Lakers fue Nick Young, que volvió a maravillar desde la segunda unidad. ¡Hizo Young 41 puntos y 6 triples en 34 minutos!. Brutal su actuación, una actuación que provocó que los suplentes de Lakers sumaran 57 puntos por el triste 13 de los suplentes de los Jazz.
El partido, en realidad, llegó muy igualado al último cuarto. Tanto, que al final del tercer período reinaba en el marcador el empate: 86-86. Fue el 18-33 del cuarto final el que clarificó todo de forma rotunda.
Además de Young, en Lakers destacaron los 23 puntos de Jodie Meeks y los 21 en solo 24 minutos de Jordan Hill, que hizo un 10 de 13 en el tiro. Además, Kendall Marshall dio 15 asistencias también en 24 minutos.
En el equipo de Ty Corbin, 22 puntos de Alec Burks con un 8 de 10 en el lanzamiento, 21 de Gordon Hayward, 19 más 12 rebotes del turco Enes Kanter y 17 y 7 asistencias del novato Trey Burke, que acabó con un 1 de 9 desde el triple.
Philadelphia 113 Boston 108
Dos partes bien distintas en el Wells Fargo Center. Una primera que finalizó con un contundente 67-50 tras un gran segundo cuarto de los Sixers y una segunda en la que Boston remontó espectacularmente en el tercer cuarto para llegar con opciones al final del partido.
Y en ese final del partido, una jugada clave. Con 111-108 para los locales, el visitante Chris Johnson metió un enorme triple a 0,9 segundos del final para empatar el partido a 111, pero fue anulado porque previamente había pisado con su zapatilla la línea de banda. Ahí se decidió todo.
Los Sixers consiguieron su décima victoria como locales en su despedida ante su afición (solo les queda un partido y será como visitantes). Los de Filadelfia anotaron 64 puntos en la pintura y finalizaron con un 54% en el tiro de campo teniendo como máxima estrella a un gran Michael Carter-Williams, autor de 21 puntos, 14 rebotes, 6 asistencias y 4 robos. Tony Wroten sumó 20 tantos, pero perdió 7 balones, y Thaddeus Young acabó con 15 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias.
Boston jugó con muchas bajas. Kelly Olynyk fue titular a gran nivel. El novato finalizó con 28 puntos y 9 rebotes. Además, 27 tantos de Jeff Green y 23 de Avery Bradley. Rajon Rondo no hizo un triple-doble de milagro. Acabó con 8 puntos, 11 rebotes y 14 asistencias.