El mejor equipo hasta el momento en la temporada, OKC, cayó en Orlando ante uno de los equipos más mediocres del campeonato, un equipo, los Magic, que venció fabricando una jugada final impresionante, brillante, eléctrica, magistral.
En ese final de partido se dieron un par de circunstancias poco comunes. Kevin Durant erró un tiro muy importante y Orlando construyó un contraataque perfecto con los jóvenes Victor Oladipo, Maurice Harkless y Tobias Harris que culminó Harris con un mate ganador sobre la bocina del partido. Algo poco común. Un triunfo a lo grande que el Amway Center celebró por todo lo alto.
Mientras, Anthony Davis estrenó su condición de All-Star liderando con 26 puntos la victoria de Pelicans sobre Timberwolves, equipo en el que Kevin Love sumó 26 tantos y 19 rebotes pero con muy malos porcentajes de tiro.
En Boston, los Celtics doblegaron a los Kings en un partido con 2 protagonistas: el local Jared Sullinger y el visitante DeMarcus Cousins. Ambos firmaron 31 puntos y 16 rebotes.
Orlando 103 Oklahoma City 102
2,9 segundos. Ese fue el tiempo que necesitaron 3 brillantes jugadores jóvenes para fabricar el contraataque perfecto, una grácil resolución en la que se vio que a veces la ecuación más sencilla resuelve el problema más complejo.
Porque el final del Magic-Thunder tuvo su belleza, su indudable encanto. El casi infalible Kevin Durant falló. Lo hizo por 2 veces en los últimos 50 segundos del partido, la última con el marcador en 101-102 y agotándose la posesión de su equipo. Apenas restaban 4 segundos cuando el alero estelar de OKC tuvo que hacer un lanzamiento de media distancia forzado para intentar poner un 101-104 que nunca llegó. A cambió surgió la magia de los Magic, una magia ganadora de un equipo acostumbrado a perder.
El novato Victor Oladipo se hizo con el balón y 2,9 segundos después su equipo había ganado el partido con un mate anotado sobre la bocina. Increíble, pero cierto. Oladipo salió a la carrera, llegó hasta cerca del aro y pasó a Mo Harkless, que andaba debajo prácticamente del tablero, de cara a la pista. Entonces, Harkless vio llegar a la carrera de cara al aro a Tobias Harris y le dio el pase perfecto para que éste anotara la volcada que dio el triunfo a Orlando llevando el éxtasis a la grada.
Antes de esa jugada final, el partido tuvo varias claves. La fundamental no fue otra que el gran trabajo defensivo de los locales en la segunda parte y, especialmente, en un cuarto final en el que OKC se atascó hasta tal punto que solo anotó 14 tantos, su peor marca de la temporada, empatada, en un último cuarto. Los números hablan por sí solos. La primera parte concluyó 51-65 y la segunda, 52-37. Dos mundos.
Así fue como un equipo con 14 victorias antes de conseguir la de anoche derrotó a otro que ya acumula 40. Fue un triunfo del colectivo, con los 10 jugadores locales que intervinieron aportando y anotando puntos. Tobias Harris, además de llevarse la gloria final, hizo 18, Arron Afflalo, 16 y Glen Davis y Victor Oladipo ayudaban con 14 cada uno, mientras que Nikola Vucevic firmaba un doble doble.
En OKC, los puntos volvieron a acumularse en Kevin Durant y Serge Ibaka. El alero de Thunder sumó 29 puntos y 12 asistencias y el internacional español se fue a 26 tantos, 5 tapones y un 10 de 13 en el tiro de campo con 1 triple anotado.
New Orleans 98 Minnesota 91
Anthony Davis estrenó su recién adquirida condición de All-Star firmando otra gran actuación, algo que, afortunadamente para él y para su equipo, empieza ya a dejar de ser noticia. La joven estrella local anotó 26 puntos y capturó 10 rebotes para liderar la victoria de los Pelicans, que llegó por la vía del derribo en el último cuarto.
Porque hasta ese cuarto final Minnesota había desarrollado una defensa ejemplar: 61-71 para el equipo de Rick Adelman en los primeros 36 minutos. Eso sí, llegados los 12 minutos decisivos: 37-20 para New Orleans. Total desastre visitante.
La clave del partido la tuvo en sus manos Brian Roberts, que estuvo estupendo en el momento de la verdad. Con 94-91 en el marcador atacaban Pelicans para sentenciar, pero no les fue fácil. Ricky Rubio estuvo a punto de robar un balón y segundos después fue un milagro que no lo robara. Esos dos intentos sin éxito lograron, sin embargo, en su segundo capítulo un salto entre dos muy desajustado entre Rubio y Davis. Balón para el segundo pero el tiempo seguía bajando, por lo que Roberts tuvo que hacer un tiro lejano para anotar de 2 y finiquitar el partido a 22 segundos del final: 96-91. Esta fue la jugada clave.
Más allá de esa jugada, New Orleans bordó su juego en el último cuarto. Al gran partido de Davis, se sumaron los 20 puntos de Eric Gordon, los 16 de Brian Roberts y el debut con el equipo de Luke Babbitt.
Volvió Kevin Love a Minny tras una ausencia de solo un partido y se fue a 26 puntos y 19 rebotes, pero con un 6 de 20 en el tiro y un 0 de 6 desde el triple. Los Wolves tuvieron malos porcentajes y perdieron más balones que asistencias dieron. Ricky Rubio dirigió esta vez mejor que J.J. Barea. El español logró 11 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias y bajo su mando su equipo ganó por 8. El puertorriqueño anotó 9 tantos en 15 minutos sin pases finales y su equipo en esos 15 minutos perdió por 13.
Boston 99 Sacramento 89
A priori no era éste un partido muy atractivo y, de hecho, no lo fue. Eso sí, Boston (18 victorias en el curso) y Sacramento (17) tuvieron a dos hombres que dieron lustre y esplendor a la contienda: Jared Sullnger y DeMarcus Cousins. Ambos firmaron 31 puntos y 16 rebotes, pero se fueron con muy distinto rostro del partido.
En un encuentro con poca concentración de ambos equipos en el rebote defensivo, Sullinger logró la mejor marca anotadora de su carrera, 31 puntos, que acompañó con 16 rebotes. Fue la indiscutible estrella en un día en el que Brad Stevens dio descanso a Rajon Rondo. Además, Jerryd Bayless sumó 19 puntos con 4 triples de 5 intentos, Jeff Green añadió 17 con un pobre 6 de 20 en el tiro y Gerald Wallace flirteó con el triple-doble al lograr 8 tantos, 12 rebotes y 9 pases de canasta.
La decisión del encuentro estuvo en el último cuarto y pasó por las manos de Sullinger. Un parcial de 15-0 en ese cuarto mató a los Kings, que encajaron en el período final 14 puntos anotados por Sullinger.
Los Kings jugaron sin Rudy Gay, que estaba enfermo. Le suplió Derrick Williams, autor de un doble doble. El equipo, si exceptuamos Cousins, no encaró bien la canasta rival. De hecho, concluyó con un 35,6% en el tiro de campo. Además de Cousins, Isaiah Thomas acabó con 24 puntos. Nadie más apoyó la ofensiva.