Chris Grant ya no es el general manager de Cleveland Cavaliers. Ya es oficial. Lo ha dicho el equipo. Grant apenas ha estado unos meses en el cargo para el que fue nombrado el pasado verano.
La situación en el equipo es caótica. Los Cavs habían fabricado una plantilla con ciertas aspiraciones en el Este, para entrar sin problemas en playoffs, y a día de hoy andan perdidos en la tabla con 16 victorias y 33 derrotas, un balance que ha condenado a Grant, unido a la tirante situación existente en el vestuario.
Grant se cavó su propia tumba con algunas decisiones que se revelaron como errores de bulto. Una fue la adquisición de Andrew Bynum, que acabó en fracaso, con el jugador sancionado, primero, y traspasado, después. Otra, sin duda, fue la elección de Anthony Bennett como número 1 del pasado draft, una oportunidad desperdiciada por Cleveland para hacerse con un jugador que pudiera tirar de la franquicia.
Rencillas internas
Por si fuera poco, las rencillas en el vestuario han ido larvando la cohesión de la plantilla, una plantilla a la que el técnico, Mike Brown, no ha sabido domar.
En el centro de la polémica, dos de los jugadores claves del equipo: Kyrie Irving y Dion Waiters. De hecho, Waiters ha estado permanentemente en la antesala del traspaso.
Por eso, no es de extrañar que a su llegada al equipo de Ohio el disciplinado y trabajador Luol Deng se haya echado las manos a la cabeza. Las cosas que ha visto son impensables en los Bulls de Tom Thibodeau.