Dos antiguos compañeros de la Universidad de Duke tenían anoche sendas citas importantes. Por un lado, J.J. Redick regresaba al juego con los Clippers tras haber estado 6 semanas sin jugar por una lesión. Por otro, Luol Deng debutaba con su nuevo equipo, Cleveland Cavaliers. Ambos ganaron, pero J.J. tuvo una mejor actuación. La suya fue una jornada perfecta.
Porque el regreso de Redick no pudo ser más triunfal. Su equipo, Clippers, logró la mayor victoria sobre Lakers en la historia de la franquicia: 123-87. Ese +36 superaba el récord de +31 que se registró en 1992.
En esa apoteosis, Redick fue un jugador fundamental. Terminó con 19 puntos en 23 minutos tras meter 8 de sus 15 tiros de campo. Además, capturó 3 rebotes y dio 2 asistencias. Completó el tirador de Clippers una gran primera parte y se vio como su mano derecha, la lesionada, estaba perfectamente recuperada. Formó un gran dúo exterior con Darren Collison.
Redick se fracturó la mano el 29 de noviembre ante los Kings y se habló de una recuperación de entre 6 y 8 semanas que finalmente se ha ajustado al plazo mínimo.
Deng, en una extraña situación
El que debió sentirse extraño anoche fue Luol Deng. Porque no vistió la elástica de Chicago Bulls, sino la de Cleveland Cavaliers, su nuevo equipo.
El debut fue en Salt Lake City y con victoria ante Utah Jazz por 102-113.
Deng fue titular y lo hizo bien en los primeros minutos para luego perder un poco el ritmo. Jugó 21 minutos, metió 10 puntos, capturó 1 rebote, robó 1 balón y perdió 4. Deberá acostumbrarse al endiablado ritmo de Kyrie Irving, cuyo juego nada tiene que ver con la sobriedad ofensiva de los Bulls de Tom Thibodeau.