Brooklyn Nets dio una monumental sorpresa en Oklahoma. No por el hecho de que la gran plantilla de los Nets no pueda ganar a domicilio a los Thunder, sino por la errática trayectoria hasta la fecha de los neoyorquinos y la estupenda temporada que lleva OKC a pesar de que últimamente está jugando sin Russell Westbrook.
La resurrección deportiva de Deron Williams, que cuajó un gran partido, y la canasta sobre la bocina de Joe Johnson, que decidió el partido y dejó sin recompensa la cesta anterior de Serge Ibaka, marcaron el encuentro. Quién sabe si esta victoria puede ser el punto de inflexión que necesitaba el equipo de Jason Kidd.
Mientras, Chicago derrotó con comodidad a Boston con Joakim Noah quedándose a un peldaño del triple-doble y Memphis se llevó la victoria de Phoenix aprovechando la ausencia de Eric Bledsoe. El mejor local fue un gran Goran Dragic y el mejor visitante, Zach Randolph, aunque el partido lo decidieran al final otros compañeros.
Oklahoma City 93 Brooklyn 95
Inesperada remontada de Brooklyn en Oklahoma en la segunda parte. Los Nets sorprendieron a propios y extraños por el excelente trabajo defensivo que desarrollaron tras el descanso, un trabajo defensivo que les valió llegar vivos a la última jugada del partido y resolver por mediación de Joe Johnson. Por eso, habrá que empezar por el final.
A 5 segundos de la conclusión, el balón cayó con cierto grado de fortuna en las manos de Serge Ibaka y éste logró, con una muy buena resolución, la canasta que empataba el partido a 93. Tiempo muerto de Jason Kidd y responsabilidad asumida por Joe Johnson porque parece que así lo pidió él. No era una mala elección a pesar de que Johnson estaba haciendo un partido gris, como buena parte de sus últimos encuentros. El escolta sacó de banda para Kevin Garnett, éste se la devolvió a Johnson, hubo un desajuste defensivo por el que Ibaka se quedó en la marca de Johnson y éste fabricó una maravillosa jugada individual culminada con un complicado tiro que entró sobre la bocina para dar el triunfo a los visitantes. ¡Era la cuarta canasta ganadora de Johnson sobre la bocina desde que está en los Nets!. Todo un especialista.
Pero para llegar a ese instante final a prueba de corazones, los Nets tuvieron que construir una remontada poco probable. La primera parte había sido un recital físico de los jóvenes y atléticos Thunder, que se habían ido al descanso con un contundente 59-44. Kevin Durant estaba en plan estelar y funcionaron en esa primera mitad jugadores jóvenes como Jeremy Lamb, Perry Jones o Steven Adams. Pero todo cambió radicalmente en la segunda parte.
La defensa visitante subió muchos enteros tras el descanso, los jóvenes jugadores que rodean a Durant desaparecieron y la estrella local también flaqueó. El resultado de todo ello fue fulminante: parcial de 34-51 en la segunda parte y derrota.
Los Nets fueron creciendo conforme avanzaba el partido y a 2 minutos del final se adelantaban 89-91 con un triple de Deron Williams tras un fantástico pase de Shaun Livingston. Fueron Williams y Paul Pierce los que sostuvieron al equipo en la fase final, aunque fuera Johnson, gris durante toda la noche, el que sentenciara.
Contaron los Nets por fin con un gran D-Will, que se fue a 29 puntos con 6 triples de 9 intentos y 5 robos de balón. Además, Pierce sumó 18, aunque no anduviera certero en el tiro. Mejoró Andrei Kirilenko y aportó desde la suplencia Alan Anderson.
En OKC, 24 puntos de un Durant demasiado solo. El español Serge Ibaka terminó con 10 tantos y 11 rebotes.
Chicago 94 Boston 82
Este enfrentamiento hace un tiempo podría haber sido un partido de bandera, pero a día de hoy no pasa de un encuentro entre dos equipos venidos a menos que todavía se hace menos atractivo con las bajas de Derrick Rose y Rajon Rondo.
Eso sí, el partido le sirvió a Chicago para tomar algo de aire. El equipo de Tom Thibodeau andaba necesitado de una victoria y la logró sin complicaciones con un Joakim Noah por fin estelar tras sumar 17 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias. Porque el poder interior local dilucidó el partido, ya que a Noah le acompañó Carlos Boozer con 16 tantos y 7 rebotes.
No fue un encuentro bonito de ver. Ambos equipos anduvieron desastrosos en el tiro exterior, especialmentes desde el triple, desde donde Chicago y Boston solo convirtieron 4 tiros. Además, no hubo emoción. Los Bulls adquirieron una ventaja de 15 puntos en los primeros minutos del cuarto final y ya no pasaron apuros, llegando a acumular un colchón de 18 tantos en la recta final.
Boston perdió 6 balones en ese cuarto cuarto, lo que impidió cualquier atisbo de remontada. Jordan Crawford fue su mejor jugador con 22 puntos y 7 asistencias, Jared Sullinger hizo un doble doble y Kris Humphries capturó 11 rebotes y puso 4 tapones.
Phoenix 91 Memphis 99
Otro equipo que necesitaba una victoria como agua de mayo era Memphis Grizzlies. Y la obtuvo en Phoenix aprovechando la ausencia del local Eric Bledsoe, con problemas en una rodilla.
Venían los Suns de un 10-3 en diciembre, del nombramiento de Jeff Hornacek como entrenador del mes en el Oeste y de ganar en enero a Indiana, pero anoche perdieron esa senda triunfadora a pesar del partidazo de Goran Dragic, autor de 33 puntos y 7 asistencias, la labor en el rebote de Miles Plumlee y los 4 triples de Channing Frye.
Lo cierto es que Memphis fue superior. Tuvo a un Zach Randolph brillante con 20 tantos y 15 rebotes y a una suplencia ejemplar, que sumó 54 puntos con Jarred Bayless (17 puntos) y un gran Ed Davis (16 tantos y 11 rebotes) al frente.
El partido estuvo plagado de altibajos y vaivenes. Los Grizzlies se fueron al descanso con un 41-53 tras firmar un excelente segundo cuarto, pero recibieron un demoledor parcial de 18-0 en el transcurso del tercer cuarto. Ahí fue donde mostraron carácter, ya que cuajaron un gran cuarto final, resurgieron de sus cenizas y ganaron bien, con Bayless y Mike Miller aportando canastas fundamentales en los momentos importantes.