El Día de Navidad nos dejó triunfos foráneos de Miami Heat y Houston Rockets ante Los Angeles Lakers y San Antonio Spurs, derrotas en las que Manu Ginóbili le dio 22 puntos en 25 minutos a los Spurs y Pau Gasol sumó 13 tantos y 13 rebotes para los Lakers.
Dwyane Wade y Chris Bosh lideraron a Miami en L.A. en un partido que nos dejó acciones espectaculares entre las que destacó el alley-oop contra tablero fabricado por Wade y LeBron James.
En San Antonio, Houston dominó con sus interiores, un gran inicio de Chandler Parsons y un gran final de James Harden. Además de Ginóbili, Tim Duncan hizo un partido muy completo en los perdedores, que echaron de menos el juego de Tony Parker, que tuvo una noche muy gris.
Además, triunfo de Warriors sobre Clippers en el partido más emocionante y tenso de la jornada, un choque que se decidió en el último suspiro y que tuvo un par de expulsiones, la más importante la de Blake Griffin a 10:43 del final.
L.A. Lakers 95 Miami 101
Victoria hasta cierto punto cómoda de Miami Heat ante los Lakers en un partido que dejó 2 imágenes de LeBron James altamente positivas: su saludo a Kobe Bryant antes de empezar el partido y su tremendo alley-oop contra tablero gracias a un pase perfecto de Dwyane Wade. Pero a pesar de esas 2 imágenes que quedarán en la retina de todos, LeBron no fue parte fundamental del triunfo de su equipo, un triunfo que recayó más en los hombros del propio Wade y de Chris Bosh.
Wade fue el jugador más regular de los visitantes. Brilló sin altibajos y terminó con 23 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias. Bosh fue más como un volcán, a ratos dormido, a ratos encendido, por momentos desatado. Finalizó con 23 tantos y 11 rebotes. Sus números y su juego fueron más importantes que los de un LeBron James que empezó a gran nivel y se fue apagando hasta meter solo 7 puntos en la segunda parte tras prácticamente desaparecer en el tercer cuarto. Aún así, ellos 3 más los 4 triples de Ray Allen marcaron la victoria visitante.
Los Lakers carecieron de una estrella que tirara de ellos. Lo más cercano que tuvieron a esa figura fue la segunda parte de Nick Young, autor de 17 de sus 20 puntos tras el descanso. Por lo demás, Jodie Meeks ayudó con 17 puntos y Pau Gasol con 13 tantos y 13 rebotes en 29 minutos, aunque tuvo problemas serios en defensa y no se le vio ágil físicamente. Jordan Hill, mientras, fue de más a menos. Como los Lakers.
Porque el equipo local completó un muy buen primer cuarto. Fueron buenos minutos de Meeks y Gasol y el mejor momento del partido de LeBron, que salió al rescate de los suyos cuando al filo del final del cuarto se pusieron 10 abajo (27-17). Fueron 2 canastas de James, la última sobre la bocina, las que dejaron el 27-21 con el que concluyó el cuarto.
El segundo acto empezó con triple de Ray Allen y todo se desarrolló en plan de igualdad hasta que la erupción Bosh lo trastocó todo. Bosh hizo 0 puntos en los primeros 19 minutos del partido y metió 13 en los últimos 5 minutos del segundo cuarto. Hubo un momento que todo pasó por él, llegó a anotar 10 puntos seguidos y dio él solito la vuelta al marcador en apenas 3 minutos. A partir de ahí, Miami siempre tuvo las riendas del partido en su mano. Este segundo cuarto nos dejó el tremendo alley-oop contra tablero de Wade y James que dejó pequeño al alley-oop que habían fabricado en el primer cuarto.
Tras el descanso, inicio con parcial de 11-4 para Lakers hasta adelantarse 57-55. Respuesta rápida: 0-9 para Miami y de regreso a la normalidad. Nick Young animó el cotarro local y se llegó al final del tercer acto con un apretado 73-76, aunque daba la impresión de que Miami lo tenía todo controlado. En este tercer cuarto, LeBron sumó 2 puntos sin rebotes ni asistencias. Algo inhabitual.
Y el control era realmente de Heat. Porque así se demostró en el cuarto final. La puntilla, una canasta de Wade y 2 libres de James para poner el 92-100 a 26 segundos del final. Lakers, en la recta final, se sintió impotente para intimidar realmente a los campeones, que hicieron 58 puntos en la pintura por 26 los locales. Al final, victoria visitante con el local Jordan Farmar volviendo al juego, siendo titular y mostrándose a años-luz de cómo andaba antes de lesionarse, y con el visitante Chris Andersen no jugando la segunda parte por problemas físicos.
San Antonio 98 Houston 111
Houston dio un golpe de mano en el AT&T Center demostrando que con casi todo su bloque en pista a buen nivel puede ser un serio aspirante a grandes cosas. Y ese golpe de mano vino a las primeras de cambio, con un primer cuarto espectacular en el que endosó a los Spurs un demoledor 25-40. Porque este primer cuarto marcó un partido en el que San Antonio se pasó toda la noche buscando a su rival, peleando por remontar. Casi lo consiguió, pero fue un trabajo extenuante sin premio.
En ese primer cuarto maravilloso de los Rockets brillaron un impresionante Chandler Parsons, que hizo 14 puntos y anotó 4 triples y un dominador Dwight Howard (6 tantos y 7 rebotes). Houston estuvo por encima del 60% en el tiro y solo encontró un escollo en el equipo rival, ¡el enorme primer cuarto de Manu Ginóbili que metió 13 puntos!. Grande el duelo anotador Ginóbili-Parsons en el primer período.
A partir del golpe que supuso para los Spurs ese primer cuarto, el equipo de Gregg Popovich se fue rehaciendo como pudo, pero todo el partido fue un acercarse hasta casi rozar la remontada para volver a perder fuelle.
Sucedió en el segundo cuarto cuando los locales se pusieron a 6 puntos mediado el cuarto y en la recta final. Al primer envite respondieron Jeremy Lin y James Harden y al segundo Dwight Howard y Terrence Jones. Fundamental el dominio de los interiores de Houston a la hora de ganar el partido. Al descanso: 51-60. La defensa de San Antonio había sido otra cosa, su mejora, notabilísima. Howard llevaba ya entonces 11 puntos y 13 rebotes.
También ocurrió algo similar en la segunda parte, la parte de James Harden, pues metió 20 de sus 28 puntos tras el descanso. En el tercer cuarto, Spurs se puso en 2 ocasiones a 2 puntos del rival, pero no remontó. Otra vez surgió Harden para que el resultado pasara de un 73-75 a un 73-81. Y en el cuarto cuarto estuvieron de nuevo cerca los de Popovich, pero sin dar la vuelta al marcador.
Harden firmaba un memorable cuarto final con 16 puntos y un solo fallo en el tiro para totalizar en el partido 28 tantos, 6 rebotes, 6 asistencias y 3 triples sin fallo. A su lado, los 21 puntos y 14 rebotes de un gran Terrence Jones, los 21 tantos con 5 triples de un muy completo Parsons y los 15 puntos y 20 rebotes de Howard. Además, buen partido de Jeremy Lin. Los titulares llevaron el peso y los suplentes apenas hicieron nada. Un claro ejemplo fue el dominicano Francisco García: 0 puntos en 14 minutos. No tiró a canasta.
La superioridad de Rockets en el juego interior y en el triple mataron a Spurs, que tuvo como máximo anotador a Manu Ginóbili con 22 puntos en 25 minutos, con 8 de 17 en el tiro y 3 triples. Gran aportación de Tim Duncan con 11 tantos, 14 rebotes, 6 tapones y 5 asistencias. Completo es poco. Pero la clave, más allá de los números, fue el partido de Tony Parker, completamente anulado. Y sin Parker, estos Spurs no son tan Spurs.
Golden State 105 L.A. Clippers 103
Cualquier parecido con el espíritu navideño es pura coincidencia. Menudo partido el que jugaron los dos equipos californianos. Tensión, pasión, malos modos... eso sí, espectáculo en estado puro y decibelios a lo grande en la grada del Oracle Arena.
Hubo en el partido varias trifulcas, Draymond Green fue expulsado en el tercer cuarto por una falta flagrante y, momento clave: expulsión de Blake Griffin a 10:43 del final.
Hasta entonces, Griffin estaba siendo el jugador del partido. Llevaba 20 puntos, 14 rebotes y 5 asistencias faltando 11 minutos para el final. Pero le llevaban ya tiempo intentándole sacar de sus casillas y él no anduvo muy listo. La habilidad aquí la tuvo Andrew Bogut para sacarle del encuentro, un Bogut que anduvo metido en todos los líos.
Sin Griffin en pista, Clippers aguantó el resultado, pero ya no fue lo mismo. Y se llegó a un final emocionante, el único del Día de Navidad. Un final en el que el resultado en el último minuto fue de 0-0.
Con 105-103, Chris Paul tuvo una entrada a canasta para empatar, ¡pero el balón se salió de dentro no se sabe cómo!. Acto seguido, con 9 segundos para finalizar el partido, ¡Andre Iguodala no supo cerrar el choque al fallar 2 tiros libres!. La jugada final era para Clippers. De nuevo Paul con el balón en sus manos, intentó anotar, pero su entrada se saldó con un taponazo de Klay Thompson a 1 segundo exacto del final. Tiempo muerto y en ese segundo aún tuvo el equipo angelino un tiro ganador, un triple muy complicado que Jamal Crawford no anotó.
Eso sí, tras el bocinazo final, una nueva trifulca multitudinaria con Chris Paul y Andrew Bogut en el centro de la acción. Lamentable.
Ganaron los Warriors, más warriors que nunca, con 23 puntos y 13 rebotes de David Lee, el mejor local, y 10 tantos y 14 capturas en los aros de Bogut, que representaron a lo grande el juego interior. Thompson metió 23 puntos e hizo ese tapón decisivo al final y Stephen Curry se fue a 15 tantos y 11 asistencias, pero con un 5 de 17 en el tiro. Harrison Barnes fue el más activo suplente para bien y para mal.
En Clippers, además de Griffin, 26 puntos y 11 asistencias de Paul, 19 tantos de Crawford y 13 puntos, 13 rebotes, 6 tapones y 6 de 6 en el tiro de campo para DeAndre Jordan. Darren Collison fue el único suplente que jugó al baloncesto.