Pocas veces dos equipos de una misma ciudad tendrán una noche tan opuesta. En las antípodas, vamos. Mientras Brooklyn Nets vivió una fiesta ante unos lamentables Sixers, New York Knicks vivió una pesadilla en los últimos segundos ante los Wizards, una pesadilla provocada por su propia ineptitud.
¡Brooklyn ganó tras meter 29 puntos con 8 triples en el tercer cuarto Joe Johnson!. Salvaje actuación del escolta titular de los Nets, que finalizó con 37 tantos y 10 triples jugando solo los 3 primeros cuartos, ya que descansó en el último. Mirza Teletovic fue titular supliendo al lesionado Brook Lopez.
Mientras, los Knicks la pifiaron en un final infame que debería provocar efectos devastadores. Bradley Beal fue el héroe de los Wizards, que ganaron en el Madison por un punto con un gran Martell Webster, y Mike Woodson y Carmelo Anthony, los villanos locales. Los Knicks se equivocaron en todo en los últimos segundos y todos los errores fueron técnicos. La gota que colmó el vaso: ¡no pedir tiempo muerto cuando perdían 101-102 y tenían 6 segundos para ganar!. Entre Woodson y Melo lo hicieron imposible. Por si fuera poco, en el tercer cuarto se lesionó Pablo Prigioni.
Brooklyn 130 Philadelphia 94
Partido de registros positivos de Brooklyn ante unos Sixers que están en caída libre y baten récords negativos inimaginables. ¡Porque en los 2 últimos encuentros Philadelphia ha encajado 42 triples y 269 puntos!. Desastre monumental.
Si Portland le había hecho 21 triples a Sixers, Brooklyn no quiso ser menos y le endosó otros 21 con un claro protagonista: el incontinente Joe Johnson.
La primera parte acabó 58-48 con Mirza Teletovic como máximo anotador local con 11 puntos. El ex de Vitoria había gozado de su primera titularidad NBA en ausencia de Brook Lopez y la aprovechó excelentemente. Pero toda la primera parte pasó a un segundo plano y llegó a hacerse invisible ante lo que aconteció en el tercer cuarto, el cuarto de Joe Johnson.
Johnson metió 29 puntos en dicho cuarto tras encestar 8 de 10 triples, empatando el récord de la NBA de más triples anotados en un cuarto. Además, esos 29 puntos constituyen el récord de un jugador de la franquicia de los Nets en un cuarto. Acabó el tercer acto con un contundente 42-25 y finalizó Johnson con 37 puntos y 10 de 14 triples. Podría haber asaltado en el último cuarto el récord absoluto de la NBA, que está en 12 triples en un partido, pero no quiso intentarlo. Jason Kidd le dijo si quería jugar (el partido estaba totalmente resuelto) y Johnson, con un criterio excelente producto de su notable experiencia, prefirió descansar y preservar su físico.
El escolta local se llevó todos los focos porque rompió la noche hasta colmar de felicidad a su afición. El Barclays Center asistió entusiasmado a un espectáculo delirante en el que también cabe destacar los 20 puntos de Andray Blatche y los 13 con 13 asistencias de Deron Williams, todos a años-luz de los 37 con 7 rebotes y 5 asistencias de Johnson. El equipo metió el 60,3% de sus tiros y se fue a 21 de 35 triples, con un 60% de efectividad.
Los Sixers, una banda. Mal Evan Turner, horrible Spencer Hawes, defensa inexistente. Solo se salvaron los 17 puntos de James Anderson.
New York 101 Washington 102
Los últimos segundos del partido Knicks-Wizards habría que enmarcarlos en la siempre entretenida historia de la infamia. Porque los Knicks regalaron el partido a los Wizards a partir de la más absurda incompetencia. Deberían rodar cabezas.
Para empezar, el equipo neoyorquino tuvo en las 2 últimas jugadas de Washington una falta por hacer sin que hubiera supuesto tiros del rival. No la agotó en ninguno de los dos envites. Pero es que, además, tenía 3 tiempos muertos a su disposición cuando Beal anotó a 6 segundos del final el 101-102 y no paró el partido.
Infame fue dejar al pobre Beno Udrih en pista en la última defensa para tener que emparejarse con el eléctrico Bradley Beal, que le dejó tirado. Infame fue la disposición defensiva de Knicks en esa jugada, ya que Udrih no contó con ninguna ayuda defensiva de sus compañeros. De hecho, el más cercano andaba por Boston. Infame fue no agotar la falta personal que tenía el equipo para llegar al bonus. Pero el final, el final resultó ya superlativo.
Cuando anotó Beal, Melo le pidió insistentemente el balón a Udrih, que ante los galones de la estrella se lo dio por obligación y Anthony no solo no pidio tiempo muerto, sino que se embarcó en una jugada imposible que acabó con una pedrada que no tocó aro. Por cierto, si hubiera mirado más allá de sí mismo hubiera visto a algún compañero completamente solo. No pasó el balón, por supuesto. Mientras, Mike Woodson no tuvo poder de reacción para pedir tiempo muerto antes de que Melo perpetrase su fechoría y cuando éste tuvo el balón en las manos le faltó valor para enfrentarse a su estrella. El resultado: derrota de traca.
Perdieron los Knicks, que en el tercer cuarto se habían quedado sin Pablo Prigioni, lesionado en un pie. Melo fue el mejor local hasta que se le fundieron las neuronas al final. Hizo 32 puntos con un 60% en el tiro. J.R. Smith acabó con un 1 de 8 al descanso, pero lo arregló después para terminar con 18 puntos, 6 asistencias y 5 triples. Y poco más, las buenas maneras un día más del novato Tim Hardaway Jr. y se acabó.
Los visitantes metieron el 54% de sus lanzamientos y tuvieron un 11 de 18 desde el triple. Excepcional Martell Webster con 30 puntos y 6 de 8 triples, muy bien John Wall con 20 tantos y 8 asistencias y maravilloso Bradley Beal, que metió las 2 canastas decisivas al final y terminó con 21 tantos. El hispano Trevor Ariza finalizó con 10 puntos y 5 rebotes.