Rajon Rondo ya puede entrenar con contacto pleno. O lo que es lo mismo, ya puede practicar con sus compañeros como uno más. Nada que ver con sus ejercicios actuales, que no pasaban del uno contra uno o, como muchos, del dos contra dos.
El jugador se reunió ayer con el doctor James Andrews y éste le dio el alta que le permite entrenar a rendimiento completo, lo que no quiere decir que vaya a volver a jugar ya. Ese paso definitivo, el de regresar al juego se espera para, como muy pronto, el mes de enero, momento en el que se cumplirá un año de su grave lesión, consistente en la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
De este modo, la situación actual de Rondo confirma lo que nuestra web ya publicó el pasado 5 de diciembre: el regreso aún no está cerca.
Ha habido muchos rumores estos meses en torno a la recuperación de Rondo y también sobre su posible salida de Celtics. Ya en agosto, su compañero Jared Sullinger dijo que volvería a jugar en diciembre, lo que obligó a Brad Stevens a salir a la palestra para desmentirlo.
Llegado el mes de octubre, le vimos entrenar sin contacto de forma pública y dejó una buena impresión. También aquí tuvieron que salir los Celtics para aplacar el optimismo que se empezó a respirar entre la afición bostoniana.
Una afición que espera a Rondo como una especie de rescatador imposible, a pesar de que su extraño sustituto, Jordan Crawford, lo está haciendo muy bien. Pero, claro, los números de Rondo son los números: 13,7 puntos, 11,1 asistencias y 5,6 rebotes la pasada campaña. Y eso que Rondo es mucho más que sus números si se tiene en cuenta el peso que tiene sobre el juego de su equipo.