La noche del sábado nos dejó la primera derrota de Indiana Pacers y con ello el fin de la existencia de equipos invictos en la NBA. Cayó Indiana estrepitosamente ante unos Bulls poderosos que se fueron al descanso con un 60-35, que recuperaron al tocado Derrick Rose, autor de 6 triples, y que no dieron opción al rival. Aunque el trabajo más importante fue el de Luol Deng en ataque y en defensa.
Tampoco dieron opción alguna los Hawks a los Knicks en Nueva York. Victoria por 20 de Atlanta y quinta derrota consecutiva en el Madison Square Garden de los neoyorquinos. El puesto de Mike Woodson peligra. El partido nos dejó la participación de 3 hispanos: Pablo Prigioni, Al Horford y Gustavo Ayón. El mexicano fue el mejor de ellos.
Los que no se cortaron anoche fueron los Pelicans: 4 cuartos sin bajar de 30 puntos y 135 tantos al final del partido para masacrar a los Sixers. Volvió, y a lo grande, Ryan Anderson, que fue el máximo anotador del partido, y Anthony Davis no hizo un triple-doble con tapones porque no jugó los últimos 15 minutos del encuentro dado lo holgado del marcador.
Además, Warrior ganó a Utah Jazz con Klay Thompson a la cabeza, pero perdió por lesión al veterano Jermaine O'Neal.
Chicago 110 Indiana 94
Primera derrota de Indiana Pacers en el campeonato. Eso sí, en un lugar donde es factible perder un partido. De hecho, los Bulls acumulan ya 4 victorias en los 4 encuentros que han disputado en el United Center. La de anoche fue clara, espoleados por la calidad del rival y por el regreso al juego de Derrick Rose, recuperado ya de sus molestias.
Rose fue pieza esencial en el éxito. Metió 20 puntos y estuvo especialmente feliz desde el triple al anotar 6 en un partido que ya dejó atisbar su desenlace sin reparos desde el primer momento. Porque ya mandó Chicago en el primer cuarto y lo hizo anotando 31 puntos a la mejor defensa de la temporada y yéndose con un +11 al final de los primeros 12 minutos. Pero es que después hubo más. Gran segundo cuarto local y 60-35 en el intermedio. Por primera vez en la temporada la defensa de Pacers hacía agua. Derrick Rose, Luol Deng y Kirk Hinrich dominaban el cotarro. El partido estaba prácticamente roto.
Así fue. No hubo encuentro en la segunda parte. El partido se deslizó por una suma de minutos sin emociones de las de verdad. Porque estaba más que claro que Indiana iba a perder su primer compromiso tras ganar los 9 primeros al hilo. Es decir, los Pacers empataban con ese 9-0 el récord de mejor inicio de la franquicia y se quedaban a un solo paso de superarlo. Nadie había empezado tan bien la competición desde que Dallas hiciera un 14-0 en la temporada 2002-2003.
Cierto es que la derrota fue demasiado dura. Y justamente dura, todo hay que decirlo. Los locales tuvieron un gran acierto desde el triple con Rose a la cabeza, gozaron de un excelente Luol Deng en ataque y en defensa y sus suplentes contaron con más minutos para aprovecharlos, casos de Taj Gibson o Mike Dunleavy, por ejemplo. Pero lo de Deng fue ejemplar. Fue con Rose el hombre del partido. Metió 23 puntos y dejó a Paul George en un horrible 3 de 14 en el tiro.
La falta de los puntos y el juego de George la notó mucho su equipo. Roy Hibbert fue el mejor visitante con 14 tantos y 10 rebotes, Luis Scola firmó 8 y 4 en 20 minutos y Chris Copeland aprovechó los minutos de la basura para hacer estadística.
New York 90 Atlanta 110
Otro desastre de los Knicks en el Madison. Aunque para desastre inconcebible las indumentarias de los equipos contendientes. Los locales vistieron de naranja Syracuse y los visitantes de rojo. El resultado fue un galimatías para los ojos del espectador, que se pasó todo el partido agudizando la vista para intentar distinguir a unos jugadores de otros. Un absoluto dislate.
El dislate de los Knicks de Mike Woodson no fue mucho menor. Acumulan ya un 1-5 en el Madison Square Garden tras perder 5 partidos en casa de forma consecutiva. Su público está que trina y no es para menos. Porque anoche sucedió más de lo mismo. Ofensiva reducida a Carmelo Anthony y, como segunda solución, a Andrea Bargnani, exteriores inoperantes, defensa inexistente y falta absoluta de reacción cuando vienen mal dadas. Echan mucho de menos defensivamente a Tyson Chandler, aunque con él también perdieran.
Y eso que el primer cuarto de los Knicks fue aceptable. Eso sí, fue salir las segundas unidades y empezar a derrumbarse todo. Excelentes los suplentes de Atlanta, una segunda unidad que en el segundo cuarto fabricó un 3-17 con Shelvin Mack, Gustavo Ayón y Mike Scott al frente. Esta vez, el mexicano fue suplente de Paul Millsap, pero rindió a un gran nivel siendo el mejor de los 3 hispanos que pisaron la pista.
Con ese parcial de 3-17 los Hawks se pusieron 12 arriba. Knicks minimizó el desastre, aún así, alcanzando el descanso con un todavía pasable 47-54. Pero la segunda parte nos dejó a unos Knicks incapaces de solventar sus muchos problemas y Atlanta terminó yéndose de forma irremediable.
El trabajo de Mike Budenholzer en el banquillo empieza a notarse. Anoche, Atlanta jugó como un equipo, con 8 jugadores en 10 o más puntos anotados. Jeff Teague fue el máximo anotador visitante con 16 puntos, Kyle Korver hizo 15, pero los jugadores más destacados fueron Paul Millsap (14 tantos y 13 rebotes) y Shelvin Mack (12 puntos y 12 asistencias). Al Horford hizo 12 puntos en uno de sus partidos más discretos, Ayón brilló con 10 tantos, 5 rebotes y 2 robos en 20 minutos, metiendo 5 de sus 6 lanzamientos, y el equipo en general fue muy superior al rival.
Los Knicks metieron el 37,8% de sus tiros frente al 56,4% de los Hawks y lo único que les salvó de la debacle fueron sus 19 rebotes ofensivos. Melo acabó con 23 puntos y 12 rebotes, Bargnani añadió 16 tantos y 9 capturas en los aros y Prigioni sumó 5 puntos en 15 minutos. El mayor reflejo del fracaso local: J.R. Smith. El escolta se fue del partido con un 3 de 18 en el tiro y fue el mejor exponente de la desastrosa labor de los exteriores de New York.
New Orleans 135 Philadelphia 98
Los Pelicans empiezan a mejorar y los Sixers empiezan a decaer. Nada que no tuviera que pasar con el tiempo. Pero lo de anoche fue un baño excesivo. Porque el equipo de Monty Williams se salió del mapa. Pelicans se fue al intermedio con un tremendo 67-46 y salió del descanso con tantas ganas de hacer sangre al rival que metió otros 36 puntos en el tercer cuarto para terminarlo con 37 de ventaja. Humillación en toda regla.
El equipo local no bajó de 30 en ningún cuarto y finalizó con 135 puntos, un 60,5% increíble en el tiro de campo, 13 triples anotados con un 46% de efectividad y 14 tapones colocados, 8 de un monstruoso Anthony Davis, que causó pánico en el rival desde el primer momento.
Pero la noticia más feliz para los locales fue ver el estado en el que regresó al juego Ryan Anderson. Recuperado de su lesión, Anderson hizo un partidazo, metió 26 puntos en 27 minutos y anotó 6 triples. Junto a él, Eric Gordon con 19 tantos, Jrue Holiday con 14 y 12 asistencias y un Anthony Davis que puso 5 tapones en el primer cuarto para acabar con 13 puntos, 9 rebotes y 8 tapones. No hizo el triple-doble porque no jugó los 15 minutos finales. Además, alegría ofensiva de suplentes como Tyreke Evans, Brian Roberts o Austin Rivers.
Sixers fue un auténtico desastre defensivo. Se notó la ausencia de Michael Carter-Williams y el mal partido de un hasta ahora infalible Evan Turner, que se quedó en 4 puntos. Darius Morris -20 puntos- y Tony Wroten -19- fueron sus máximos encestadores.
Golden State 102 Utah 88
Golden State ganó sin problemas a Utah Jazz cumpliendo así los pronósticos. Lo hizo para ponerse con un balance de 7-3 que incluye un 5-0 en casa, inmaculada trayectoria que contrasta con la desastrosa de los Jazz como visitantes: 0-6.
El partido se le puso de cara a los locales desde el primer cuarto (27-13), si bien nunca contaron los de Mark Jackson con ventajas notables en el marcador.
Klay Thompson lideró el triunfo con 25 puntos y 5 de 8 triples, Andre Iguodala volvió a ser un hombre fundamental y Stephen Curry y Andrew Bogut firmaron sendos dobles dobles con puntos y asistencias y puntos y rebotes. Pero la mala noticia estuvo en la lesión sufrida en el cuarto cuarto por Jermaine O'Neal, que afecta a la rodilla derecha y a la zona de la ingle. Se escurrió el jugador en la pista, quedó abierto de piernas y tuvo que ser ayudado para retirarse de la cancha.
En Utah, que ya está con un 1-10, el peor balance de la liga, Derrick Favors fue el mejor con 17 puntos y 7 rebotes.