Fue un regreso agridulce. Tras casi 8 meses, pudimos ver en acción a Kobe Bryant. El Staples Center enloqueció con la presencia de su ídolo, pero también su equipo. Porque el ingreso de la pieza Bryant en el rompecabezas de Mike D'Antoni en los Lakers lo trastocó todo. El resultado fue un juego extraño y una derrota merecida en lo que es la primera victoria de Toronto en Los Ángeles ante los Lakers desde el 28 de diciembre de 2001.
Vivimos una actuación irregular de Kobe. Se le vio bastante bien para haber estado 8 meses en el dique seco, venir de una lesión tan grave y tener 35 años, pero estuvo irregular. Lógicamente, se le vio falto de ritmo y físico. Ya los recuperará. Lo que no ha perdido es el instinto competitivo. Se le vio intenso, con ganas, como si fuera un juvenil. No se puede decir lo mismo de muchos compañeros.
Pau Gasol hizo uno de los peores partidos que se le recuerda y Amir Johnson le hizo un auténtico roto para liderar el triunfo de Toronto sin la presencia de Rudy Gay, que será traspasado en las próximas horas a Sacramento. Johnson terminó con 32 puntos.
Kobe jugó al final 28 minutos para hacer 9 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. Pero perdió 8 balones y terminó con un 2 de 9 en el tiro. Anotó su primer punto mediado el segundo cuarto a través de un tiro libre y poco después hacía su primera canasta en juego, una jugada con varios amagos y lanzamiento contra tablero. Ejerció de base en toda la recta final del encuentro.
L.A. Lakers 94 Toronto 106
Presentación a lo grande de Kobe Bryant y atronadora ovación en el Staples al verle en la pista. Pero poco a poco los ecos de la alegría se fueron fundiendo hasta quedar reducidos a decepción. No tanto por la actuación de Kobe, que no fue buena pero tampoco mala, como por la penosa imagen colectiva que dio el equipo local.
Resultó extraña la actuación de Lakers. Por un lado, ¡los titulares sumaron 23 puntos y ninguno alcanzó la decena!. Por otro lado, ¡los suplentes metieron 71 tantos y todos lograron 10 o más puntos!. Un desequilibrio anormal que trastocó todo. Fue la segunda unidad la que aguantó un partido que empezó a írsele a los Lakers desde el principio.
Ese principio resultó esperanzador en su primera jugada. Bryant amagó un tiro lateral y dio una fantástica asistencia para que Robert Sacre inaugurara el marcador local. Pero fue un espejismo. A Lakers se le vio atascado desde el principio, a Pau Gasol mal físicamente, desacertado y sin ánimo y a Steve Blake sin el buen sitio que había tomado como director de juego. El parcial inicial fue de 4-15 y el cuarto finalizó con un 20-30 tras un triple de Terrence Ross sobre la bocina desde su campo. Era el primer triple visitante.
El segundo cuarto mantuvo el tono, aunque los Lakers mejoraron a partir de que en la segunda parte del primer cuarto entraran sus suplentes. En este segundo cuarto hubo un momento para la esperanza local cuando Kobe y Pau enlazaron 7 puntos seguidos. Fue el canto del cisne. Se llegó al descanso con un 47-51. Las espadas estaban en lo alto y Amir Johnson había destrozado a Gasol anotando 23 puntos en sus primeros 16 minutos de juego. Una pasada.
A pesar de su corta ventaja, en la segunda mitad los Lakers nunca dieron la vuelta al marcador, que osciló entre los 3 y los 14 puntos de ventaja para Raptors. Pau Gasol jugó 18 minutos en la primera parte y sólo 6 en la segunda. Los últimos 18 minutos del encuentro los vio desde la banda. Su pecado, defender muy mal a Johnson y atacar igualmente mal. Acabó con 7 puntos, 8 rebotes y un 3 de 11 en el tiro.
La victoria visitante fue más que justa. Amir Johnson acabó con 32 puntos, su récord NBA, tras meter 14 de sus 17 tiros. Además, capturó 10 rebotes. DeMar DeRozan sumó 26 tantos y Kyle Lowry no tuvo oposición como base y se fue a 23 con 8 asistencias. Toronto terminó anotando 62 puntos en la pintura. No importó al equipo de Dwane Casey que no jugara Rudy Gay, que estuviera muy discreto Jonas Valanciunas o que Steve Novak firmara un 1 de 9 desde el triple.
Lakers perdió 19 balones, 8 de Kobe. Nick Young metió 19 puntos, Xavier Henry logró 17 en solo 14 minutos, Jodie Meeks terminó jugando 35 minutos y haciendo de Kobe en el puesto de escolta mientras éste jugaba de base y Jordan Hill lo hizo bien. Pero los titulares enterraron a un equipo perdido con la vuelta de Bryant.